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Para el investigador, no hay duda alguna acerca del suicidio de Mario Soto González (50), quien ayer fue encontrado muerto en la cajuela de su taxi. “La asfixia por intoxicación fue categórica, no había ningún otro elemento, el forense revisó de punta a punta”, dijo a ABC Cardinal.
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Relató que Soto González era una persona “enferma de celos” y que constantemente peleaba con su pareja, Emilia Josefina González Martínez (30), por este motivo. Fue justamente esto lo que habría motivado el feminicidio que se registró la noche del martes.
Asegura que no hay indicio alguno de que el taxista haya sido asesinado, ya que su cuerpo estaba impregnado con combustible, tenía una caja de fósforos en la mano y el fuego se inició en la cajuela donde se lo encontró.
El crimen de Emilia fue el décimo quinto feminicidio ocurrido en el transcurso del año 2018. Además, hubo varios otros intentos frustrados.