Buscan desalentar los disparos al aire

En la Navidad de 2012, una bala perdida mató a Paz Valentina, una niña que se convirtió en el principal símbolo de las consecuencias de los disparos al aire en fiestas de fin de año. La condena obtenida es la principal arma para frenar esta práctica.

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“Las balas no van al cielo, pero sí las personas. Con esto pueden ocasionar una muerte”, dijo a ABC Cardinal el fiscal Ángel Ramírez, quien llevó el caso durante el juicio oral y público en que se condenó a Jorge Prisco Ledezma Ortiz a cinco años de cárcel.

Destacó que el Ministerio Público consiguió una condena ejemplar, con lo que se busca desalentar la práctica de efectuar disparos al aire. Resaltó el aporte de los vecinos, que, si bien no quisieron declarar, aportaron información sobre constantes disparos al aire que efectuaba el condenado.

Indicó que no solo se debe concienciar en cuanto a esta práctica sino también para evitar la provisión de petardos a los niños. “En las fiestas se lamenta gente que pierde las manos y dedos por manipular de forma descuidada las bombas”, remarcó.

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