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En diciembre pasado, ABC Cardinal filtró un audio en que se escucha a Raúl Fernández Lippmann, exsecretario del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, y al abogado Carmelo Caballero conversando sobre las “ansiedades” de José Ortiz, mano derecha del presidente Horacio Cartes, que consistían en la imputación de todos los implicados en la quema del Congreso; es decir, los detractores políticos del cartismo.
En este audio se reveló también que una persona llamada “José” pagó “120” (no se dice si fueron millones de guaraníes o miles de dólares) para una repartija entre varios actores tanto de la Fiscalía como del JEM. Uno de estos implicados es el fiscal Aldo Cantero que, según Carmelo Caballero, “canta 50”.
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El oficialismo cartista, a través de los medios de comunicación del Grupo Cartes, busca instalar la versión de que el que pagó por imputaciones no fue José Ortiz, gerente de Tabacalera del Este SA, sino José Domingo Almada, quien es su abogado junto, precisamente, a Carmelo Caballero.
José Domingo Almada llegó este lunes hasta los estudios de ABC Cardinal para decir que —contrario a la versión cartista y blindándose de su patrón, José Ortiz— que él no es el “José” al que se menciona en la conversación. Así pues, por descarte y por contexto, de quien se habla en la conversación entre Fernández Lippmann y Caballero es, en efecto, José Ortiz, gerente de Tabacalera del Este y “monje negro” del gobierno.
Almada, quien dijo que sigue siendo el abogado de José Ortiz, se desmarcó de Carmelo Caballero, socio de su bufete jurídico. El exministro del Interior está procesado por cometer supuestamente varios delitos y en los audios se lo escucha cómo negociaba impunidad y favores políticos con Fernández Lippmann. Aun así, Almada dijo que la responsabilidad “es personal” y agregó que no estaba enterado de lo que Caballero hacía en su estudio jurídico.
En otro momento, Almada reconoció que se paseó en el yate de José Ortiz, pero fue porque Carmelo Caballero quería comprarle la embarcación. Al final, indicó que no lo hizo. “Tuvimos una reunión no laboral, sino una reunión porque él vende. Teníamos interés en comprar su yate. Carmelo tenía interés en comprar su embarcación”, manifestó.
Por último, señaló que “acá nadie es Santo Padre entre los abogados (...) Acá parece que se está litigando desde el seminario”, ironizando sobre sus detractores, que dijeron que Almada y Caballero recusan fiscales hasta dar con uno con el que se sientan “a gusto”.