Cargando...
Indígenas de la zona de la compañía Toro Blanco, distrito de Abai, denuncian intensa actividad de los depredadores en el Parque Nacional San Rafael sin que las autoridades policiales, de la Secretaria del Ambiente o del Ministerio Público hagan algo para frenar el atropello a la importante reserva forestal. El Parque Nacional Caazapá igualmente se encuentra a merced de los depredadores.
Indígenas de la parcialidad mbya guaraní del distrito de Tavai señalaron que el jueves en horas de la noche, un tractor cargado con madera aserrada salió, sin ningún tipo de problema del área de reserva de San Rafael. La carga fue llevada hasta la zona de Toro Blanco donde tienen un depósito clandestino, desde donde se vuelve a cargar en camiones grandes con destino a los mercados de San Juan Nepomuceno o directamente Asunción o Ciudad del Este. El mismo tractor, uno de color amarillo, el día siguiente (viernes) volvió hacer el mismo trabajo tranquilamente y ayer sábado ya fue imposible por la lluvia de la noche, señalaron los nativos.
Los indígenas quienes hablaron bajo la condición de que no se publique sus nombres debido a que los depredadores toman siempre represalia porque tienen la protección de los efectivos policiales de la región. El accionar de los obrajeros no para, pese a que los causes hídricos de la zona están llenos de agua, igual se ingenian para hacer cruzar las maderas.
Según los datos un solo patrón es el que domina la mafia de la venta de madera aserrada de la zona de San Rafael que se encuentra hacia el departamento de Caazapá, indicando como sospechoso a Amalio Sánchez de la compañía Enramadita del distrito de Tavai, departamento de Caazapá.
Igualmente los depredadores de la zona de San Rafael hacen cruzar las maderas aserradas en la zona del Asentamiento Cabayu Cangue y 11 de Mayo, donde los depredadores cuentan con la protección de los mismos vecinos, quienes alegan que la actividad maderera ilícita es el único sustento de los lugareños.
En la misma zona del asentamiento Cabayu Cangue se encuentra una zona denominada Santa Inés, entre los departamentos de Caazapá e Itapua, dentro del área protegida San Rafael, donde la extracción de madera es intensa. En ese lugar los rolleros donde actualmente hay más de 2.000 rollos listos para ser transportados según los datos.
Llamativamente las autoridades de la SEAM que debería realizar los controles en la zona desaparecieron totalmente.
Tratamos de hablar con los fiscalizadores de la SEAM pero no atendieron sus teléfonos móviles