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“Los mantuvieron prácticamente secuestrados”, dijo el asesor jurídico municipal, Ángel Paredes. Un funcionario pudo escapar y el otro fue liberado después y está con tratamiento psicológico, por la gravedad de los hechos vividos.
“Él está con nuestro psicólogo de la Codeni, no quedó bien, entre llantos contó lo que le pasó. Tiene una fisura en la cabeza, pero el daño mayor es en lo psicológico”, dijo Paredes.
Responsabilizó de lo ocurrido al ciudadano Gustavo Dos Santos, quien estaría liderando la ocupación. El hecho fue denunciado ante la Fiscalía y la Municipalidad se constituyó la semana pasada en el lugar, con personal policial, para verificar la situación.
En audios atribuidos a Dos Santos, este tilda al intendente mariscaleño, Elmer Vogt, de “menonita sinvergüenza, badulaque, bandido, ladrón, idiota, invasor”. Amenaza con que lo va tomar preso y echar a todos los fiscales y camaristas que “protegen” a la municipalidad.
Paredes lamentó que actualmente existan vacancias y movidas en la Fiscalia de Boquerón “y Dos Santos se aproveche de esta coyuntura. Está ahí y se hace fuerte en nuestra propiedad municipal”.
El intendente Elmer Vogt señaló que, por el momento, se siente sin fuerza para recuperar el lote, destinado a pobladores chaqueños sin tierra, pero confía en la justicia para que se concrete un desalojo definitivo.
Indicó que los ataques hacia su persona no corresponden, porque todo lo que él hace es en favor de la población mariscaleña.
En Infante Rivarola, la municipalidad cuenta con un inmueble de 5.000 hectáreas destinado para iniciar una urbanización, con la entrega de 40 lotes por 50 hectáreas cada uno y otras 350 hectáreas para un campo comunitario. La propiedad tiene orden de no innovar e interdicto judicial de posesión a favor de la Comuna.