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La propiedad está en la localidad de Bella Vista, distrito de Yhû, departamento de Caaguazú. Los invasores talan árboles en forma descontrolada, para elaborar carbón vegetal y además cultivan marihuana, según las denuncias.
Mientras que las autoridades hacen la vista gorda desde hace un buen tiempo, la Policía sería cómplice de los depredadores, quienes supuestamente cobran coimas para permitir que las maderas y sus derivados sean extraídas en forma constante y sin ningún temor, señalan los datos.
Alba Núñez refirió que hay una persona identificada como Reinaldo Ramírez Rodríguez de la localidad de Sidepar 3.000, quien posee un aserradero y carpintería, lugar en donde supuestamente van a parar las maderas robadas del predio de su propiedad que es la finca 87, padrón 8.597 de 2.041 hectáreas, cuya reserva ya se ha convertido en un desierto actualmente, señaló visiblemente impotente.
Culpó directamente a la Policía Nacional porque en más de cinco ocasiones han suspendido el operativo en la propiedad invadida, siempre con los mismos argumentos, el fiscal de Yhû, Gustavo Chamorro solicita el acompañamiento policial y recibe la respuesta de siempre.
“Que a veces no hay suficiente personal, que los campesinos son peligrosos y están armados y para fin de año alegaron que había servicios por fin de año que deben brindar seguridad a los comercios, mientras tanto la reserva de mi propiedad y la de mi hermano, Eduardo, está siendo pelada de día y de noche, espero que se concrete ya un desalojo”, refirió la mujer.
La propietaria del inmueble sospecha fuertemente que los altos jefes policiales pretenden cobrar para realizar los operativos, “yo no tengo problema en pagar, pero me deben expedir una boleta legal, en más de una ocasión ya me propusieron y le dije eso, para eso tienen su sueldo, ojalá el Presidente de la República ordene y se libere mi propiedad y a la vez detener la deforestación”, acotó Núñez.
La semana pasada Eduardo Núñez presentó una denuncia ante la comisaría jurisdiccional en contra de Reinaldo Ramírez Rodríguez, porque supuestamente este estaba realizando un trabajo de mecanización en la propiedad invadida con posibles opciones de venta ya.
Además de la extracción de maderas, por esta denuncia recibió una amenaza por parte de Ramírez Rodríguez, refirió.
Eduardo Núñez también señaló que los campesinos ya colocaron un portón en el acceso a la propiedad de la familia, ya no permiten ni siquiera que pasen por su propia tierra.
En setiembre del año pasado, un grupo de campesinos emboscaron y balearon la camioneta del ganadero Eduardo Núñez. Además lo maniataron, golpearon y le robaron sus teléfonos celulares, todo por denunciar presunta complicidad de policías para depredar los montes de su propiedad.