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Marcelo Leguizamón circulaba sobre la avenida Artigas en horas de la madrugada del lunes con dirección a su vivienda en Loma Pytá, cuando una patrullera de la Comisaría 20 Metropolitana le hace señas para que detenga su marcha. Según el relato del joven, este decide estacionar su camioneta a un costado para colaborar con el procedimiento policial.
Dos agentes uno de ellos de apellido Insfrán con grado de suboficial, acompañado del oficial Nelson Villalba fueron hacia la camioneta y exigieron que el joven descienda de la misma, “uno de los policías se pudo nervioso e intentó abrir la puerta y rompió la manija”, dijo el denunciante quien agregó que los policías no le exigieron documento alguno, sino que pretendían llevarle a la comisaría a como dé lugar.
Al percatarse de que estaba siendo objeto de un procedimiento irregular, Leguizamón se encerró en su vehículo y sacó el celular para filmar lo que estaba sucediendo, interin en que el otro de los policías, logra ingresar por la puerta trasera y se apodera de su teléfono celular.
Tras requisar el teléfono de Leguizamón, los agentes continuaron con su amedrentamiento exigiendo que se baje de la camioneta. Al sitio llega otra patrullera de la Comisaría 12 Metropolitana, con otros dos agentes, atendiendo a que ya estaban en su jurisdicción. “Uno de los agentes de las 12, entró a la camioneta del lado del acompañante y ordena que me baje, dije que no porque no había orden, no se porque me atajan”.
La situación se fue agravando a tal punto de que Leguizamón se refugió en uno de sus asientos y los cuatro policías lo sometieron a una golpiza, acusó golpes en el rostro, en las piernas, luego lo sacan de su camioneta para subirlo a una patrullera y lo trasladaron esposado hasta la Comisaría 20 Metropolitana.
En el lugar, el comisario Juan Alvarenga le comunicó que en el acta de procedimiento figura que Leguizamón incurrió en supuesta exposición al peligro y resistencia a la autoridad y fue llevado hasta el calabozo donde lo mantuvieron incomunicado hasta las 10:00 del lunes, momento en su abogado tomó intervención.
Agresión y desaparición de pertenencias
Además de la agresión, los uniformados requisaron la camioneta en cuyo interior estaba la billetera del denunciante, al momento en que le devolvieron constató la desaparición de G 1.000.000 y otros objetos de valor, específicamente dos relojes. Leguizamón relató que recién en el transcurso del martes le devolverían su vehículo.
El acta policial fue remitida a la unidad de Seguridad y Convivencia del Ministerio Público, a donde la víctima acudió para prestar declaración en horas de la siesta del lunes. Fue sometido a la prueba de alcotest que dio negativo, a solicitud del fiscal se sometió además a la prueba de alcoholemia que también dio negativo y se dispuso su inmediata liberación.
La familia del agredido adelantó que impulsará una querella por la actuación irregular de los uniformados, para ello cuentan con los datos del acta policial, la declaración ante el Ministerio Público y el diagnóstico médico, para que hayan sanciones ejemplares para casos de prepotencia policial.
A su vez, el jefe policial prometió que los agentes involucrados serían trasladados a otra dependencia y que el caso ya se encuentra a consideración de las instancias superiores.