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Según datos a los que accedió ABC Color, por medio de una iniciativa privada se contrataron los servicios de una draga para la embocadura del río Pilcomayo en la localidad de Pozo Hondo, departamento de Boquerón, para su puesta en funcionamiento se contó con autorización de la Secretaría del Ambiente a través de la gobernación de Boquerón, para operar por un periodo de 30 días.
La comitiva logística partió al Chaco a finales del mes de marzo, en una verdadera odisea, en principio el viaje debía durar unos cuatro días, sin embargo al tratarse de un equipo pesado, sumado a las pésimas condiciones de los caminos chaqueños, finalmente se llegó a la embocadura el viernes último en horas de la tarde.
Vencidos estos contratiempos, la maquinaria estaba presta para iniciar sus tareas al día siguiente, específicamente la extracción de tierra y arrojarla a una distancia por arriba de los 200 metros, de tal forma a evitar que esta retorne al río cuando viene la creciente, evitando así la colmatación con sedimentos.
Para el funcionamiento de la draga, era necesario contar con el apoyo de dos retroexcavadoras anfibias y una topadora, todas ellas dependientes de la Comisión del Pilcomayo. Desde el citado ente presidido por el ingeniero Oscar Salazar, se ordena el retiro de las máquinas que debían complementar las labores de la draga, como también de sus operarios, refieren denuncias recogidas a través de redes sociales.
De acuerdo a fuentes consultadas por nuestro diario, el descontento de los productores no se hizo esperar, e incluso acusaron a la comisión de propiciar un sabotaje a los esfuerzos por recuperar el cauce hídrico. De igual manera lamentaron haber realizado un importante esfuerzo logístico para el traslado, para que finalmente la draga quede abandonada sin cumplir con el propósito previsto a unos 10 metros del río.
En contacto con ABC Color, el ingeniero Salazar, titular de la Comisión argumentó que efectivamente los anfibios dependientes del MOPC tuvieron que posponer la ayuda a la draga, debido a que las repentinas lluvias que se registraron en Bolivia, propiciaron una bajada brusca del río, y se taponó con sedimentos la entrada hacia el canal paraguayo.
“El sábado a la tarde di la orden que los anfibios avancen hacia la embocadura para hacer el despeje de los sedimentos, apenas hagan ingresar las aguas, inmediatamente vamos a proceder a apoyar esta iniciativa y todas las que hubieran, pero nuestra prioridad y función principal es la de despejar los sedimentos cuando se tapona”, afirmó Salazar.
De igual modo detalló que al tratarse de un nueva modalidad técnica, como un dragado, necesariamente debe darse comunicación al lado argentino ya que los trabajos se harán allí, para que este a su vez informe a su autoridad ambiental, “ellos no nos hacen problema, pero nos piden una comunicación, lo cual es de buena práctica porque estamos en trabajando en territorio extranjero y eso aparentemente no entendieron estos señores”, refirió en alusión a los responsables del emprendimiento privado.
Salazar negó a su vez que la comisión ponga un freno a la iniciativa privada, y sostuvo que la comisión tiene voluntad de propiciar la participación privada, toda vez que ayude al ingreso de las aguas.