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Noria Duarte no solo no fue convocado, sino que en su lugar, el titular de la nueva Junta Departamental, Diosnel Colman Ozuna (colorado Añetete), convocó e hizo jurar a Ranulfo Concepción Galeano, número 9 de la lista de candidatos de la Asociación Nacional Republicana (ANR) para el legislativo regional.
Galeano planteó con anterioridad una demanda contra Alfonso Noria ante el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), pidiendo se declare inapto para asumir el cargo, donde logró un recurso de amparo para que la banca en disputa quede pendiente. Es decir, que nadie llene dicho escaño hasta que la justicia electoral se expida al respecto, y dictamine a quién correspondería.
Sin embargo, de manera sorpresiva ayer tras jurar los once concejales departamentales que no tenían impedimentos, Colman convocó a Galeano para que haga lo propio, aduciendo que la Junta no puede funcionar sin completar las doce bancas que le corresponden.
La nueva Junta Departamental está integrada por ocho ediles colorados y cuatro liberales. Al no poder jurar Alonso Noria, número uno de los colorados, se corrió la lista y en consecuencia se convocó a Galeano.
Sin embargo, está pendiente en el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) la decisión del caso. El exgobernador Noria Duarte, sin embargo, dijo que esperará la resolución del TSJE y luego reclamará su banca.
Afirmó que a él no le sorprende este tipo de situaciones y que va hacer valer sus derechos como electo número uno para la Junta, en el momento oportuno. El cartista señaló que la situación que se da con él, si bien es semejante al caso del expresidente de la República, Horario Cartes, no es lo mismo.
“El Congreso es un poder del Estado y su presidente tiene la potestad de convocar o no a un miembro por cuestiones constitucionales, sin embargo, la Junta Departamental debe ceñirse estrictamente a lo que dispone la Justicia Electoral”, aseguró.
Aparentemente existe una decisión política tomada a nivel regional para dejar definitivamente fuera de la Junta Departamental a Alfonso Noria, quien tiene graves cuestionamientos en su administración, además de su comportamiento personal con sus correligionarios.
Incluso existiría consenso para que cuanto antes sea solicitada una rigurosa auditoria sobre su manejo como administrador departamental, durante los cinco años de mandato que le tocó fungir de gobernador.