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“El Peñón”, la casona erigida en 1936 sobre una isla rocosa en el medio del río Paraguay, entre las ciudades de Limpio y Villa Hayes, fue declarado bien de valor patrimonial cultural por la Secretaría Nacional de Cultura, a través de la resolución Nº 150/2018.
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El documento detalla que “la mole de piedra conocida como Castillo El Peñón, se encuentra exactamente en las coordenadas geográficas Latitud 25° 05′ 58,13080″ y lorigitud 57° 28′ 55,55635″, establecidas por la División Campo y Calculo del Departamento Técnico de la Dirección del Servicio Geográfico Militar.
Detalla que la construcción fue erigida por el capitán Lázaro Aranda y constituye un potencial atractivo turístico que beneficiará a ambas localidades ribereñas.
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El ser declarado patrimonio cultural implica que El Peñón y su entorno ahora forman parte del Régimen de Protección de Valor Patrimonial y se acoge a los beneficios y garantías otorgados por la Ley Nº 5621/16 “De protección al patrimonio”.
En ese sentido, el artículo 5 de la mencionada normativa establece la citada declaración para los sitios cuya arquitectura, unidad, identidad, significación histórica o integración con el paisaje tengan un valor especial desde el punto de vista urbanístico, ambiental, paisajístico, estético o histórico. El entorno forma parte de tales conjuntos y sitios.
Se deben recorrer los 30 kilómetros que separan a la capital del país de la ciudad de Limpio por la Ruta 3 para luego seguir 6 kilómetros más hasta el puerto de Piquete Cue. En el lugar existen pobladores de la zona que ofrecen servicios de traslado en canoas hasta El Peñón con un precio de G. 10.000 por persona.
Pese a esta declaración, son muchas aún las “asignaturas pendientes” del cuestionado ministro de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), Fernando Griffith, ya que existen varios edificios que ya fueron declarados patrimonio cultural; sin embargo, no se cumple con lo mínimo que establece la normativa vigente sobre la preservación de dichas construcciones.
Griffith había sido denunciado por el comunicador Adrián Cattivelli, quien en ese entonces se desempeñaba como director de Audiovisuales en la SNC, por desviar dinero de la dependencia estatal a su proyecto personal. La denuncia fue sustentada con varias planillas de viáticos de la Secretaría Nacional de Cultura dan cuenta que, en gran parte del 2017, el ministro Fernando Griffith utilizó los recursos humanos y financieros de la institución para ofrecer charlas motivacionales en distintos puntos del país, enmarcadas en su proyecto personal “Paraguay Poderoso”. Como respuesta a esto, secretario de Estado había dado explicaciones poco claras intentando justificar lo ocurrido. Por si fuera poco, esta situación terminó con la destitución de Cativelli de la institución, solo unos días después de la denuncia.