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Michel Flores manifestó que la medida se debe a que la altura del río Tebicuary se encuentra a 7 centímetros del nivel considerado crítico en las zonas bajas. Por esa razón se conformó un equipo que trabajará directamente con aproximadamente 280 familias que se verán afectadas por la riada.
Unas 18 familias del barrio Manga Itá dejaron sus casas y se refugiaron en casas de familiares. En las próximas horas el número de evacuados podría aumentar porque el comportamiento que muestra el río es que seguirá subiendo, señaló el funcionario municipal Julio Riveros.
A través de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), la municipalidad comenzó a asistir con kits de víveres están sufriendo las consecuencias del desborde de las aguas.
Entre los asistidos se encuentran aproximadamente 80 familias de oleros que no pueden trabajar desde hace varias semanas, porque los lugares de donde sacan sus materia primas están bajos agua. La ayuda también alcanzó a los pescadores que viven en la zona ribereña que por la veda no pueden pescar.