Cargando...
“Desde el momento en que un obispo es sustituido, todos los cargos quedan vacantes”, aclaró Valenzuela en conferencia de prensa, tras conocerse que Livieres Plano dejó de ser obispo de la Diócesis de Ciudad del Este. Esto significa que tanto los vicarios como otros religiosos que trabajan en este distrito están acéfalos en estos momentos.
Particularmente, se refirió al cura argentino Carlos Urrutigoity, cuyo caso fue justamente uno de los motivos de la intervención del Vaticano a la Diócesis de Ciudad del Este, ya que el mismo fue denunciado en diferentes países por supuesta pedofilia y abuso sexual. A pesar de todo su pasado y recomendaciones de especialistas, fue recibido en Paraguay por Livieres Plano, quien lo reconoció como su “mano derecha” y lo puso en cargos importantes, inclusive a cargo de jóvenes. “Voy a esperar instrucciones de la Santa Sede para saber qué vamos a hacer con él”, manifestó Valenzuela al ser consultado sobre el polémico caso.
Sin embargo, para Valenzuela, “la gota que colmó el vaso” fue el entredicho que esto provocó entre Livieres Plano y el arzobispo de Asunción, Pastor Cuquejo, quien sugirió que se investigue el caso de Urrutigoity. El extitular de la Diócesis de Ciudad del Este a su vez le respondió, tildándolo de homosexual, orientación desaprobada por la Iglesia Católica.
“Siempre es dolorosa la situación; el papa Francisco decidió algo muy rápido. Entre nosotros por lo menos vimos venir esto muy rápido”, manifestó luego Valenzuela. Dijo que Livieres Plano ya fue notificado de su destitución en Roma esta mañana y que retornaría en los próximos días a Paraguay.
Tras estas declaraciones, Valenzuela se trasladará a Ciudad del Este para mantener un encuentro con el Clero Sacerdotal de esa localidad. Explicarán a los sacerdotes acerca de la decisión papal y hablarán sobre los alcances de la medida instruida por el propio Papa Francisco. Según fuentes, los simpatizantes de Livieres Plano recibirán al nuevo administrador de la diócesis con una manifestación. Inclusive, amenazaron con no permitir su entrada, por lo que agentes policiales resguardan los alrededores.
Además del caso de Urrutigoity, se investigó durante una intervención instruida por el papa Francisco, en julio de este año, el manejo desprolijo en el Seminario Interdiocesano, donde los sacerdotes son consagrados con cuatro años de estudio (cuando en el Seminario Mayor se exige un mínimo de seis años); el uso discrecional de recursos transferidos por la Itaipú Binacional para obras sociales y los enfrentamientos con laicos organizados, que incluso llegaron a estrados judiciales.