Debaten sobre bulevar de Avenida Quinta

La Junta Municipal de Asunción debatió sobre los puestos en construcción en la Avenida Quinta. Mientras Pepa Kostianosky urge que se hagan cambios al proyecto, Augusto Wagner quiso mandarlo a comisión y Federico Franco propuso hablar con encargados.

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La concejala Pepa Kostianovsky pidió hoy en la Junta Municipal vía minuta verbal que se realice una remodelación de las casillas que se construyen sobre la Avenida Quinta, frente a La Nueva Olla, debido a los cuestionamientos ciudadanos que surgen a raíz de esta iniciativa municipal.

Por su parte, el edil Augusto Wagner propuso que se mande este tema a comisión, argumentando que el proyecto ya pasó por la Junta Municipal y fue aprobado por dos comisiones: de Legislación y de Estructura. Sin embargo, reconoció que quizás hubo un error de base al no llegar a manos de la comisión de Planificación.

Posteriormente, Pepa manifestó que no está de acuerdo con mandarlo nuevamente a comisión, teniendo en cuenta que lo considera un tema urgente y que si se tarda una semana más en estudiarlo será “una semana más de más de trabajo y una inversión en un modelo que nosotros coincidimos en que la persona que lo critica tiene razón”, indicó.

Alegó que, por la manera en que se están elevando las casillas, hay temor de que los vendedores se queden a dormir en sus puestos e insistió en que cada comisión tiene su función.

A su vez, el arquitecto Federico Franco dijo que la minuta es contradictoria con la intención que existe del Ejecutivo –intendente municipal, Mario Ferreiro– de ir ajustando los detalles de este proyecto. “Por eso pido que se convoque en virtud de esta minuta a los responsables del proyecto para que expliquen cuáles son los procesos que se están llevando a cabo para ajustar esta iniciativa”, puntualizó.

En contacto telefónico con ABC Cardinal, la concejal Pepa Kostianovsky argumentó su postura expresando que el tema “no pasó por la comisión de planificación”.

Por otro lado, la edil describió el panorama diciendo que las que serían nada más que espacios funcionales con agua corriente e higiene, ahora se convirtieron en “minibunkers”, en los que los vendedores de lomitos “se van a quedar a dormir y a vivir ahí, hacinados durmiendo sobre el mostrador con sus familias, colgando la ropa en el techo, usando los baños como de ellos”, señaló.

Según ella, el nuevo proyecto de Quinta Avenida “terminará siendo una suerte de campamento. Va a terminar siendo una villa miseria, y será peor el remedio que la enfermedad”, opinó Pepa.

 

 

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