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Alberto Acosta Garbarino, titular de la organización Desarrollo en Democracia (Dende), encargada de impulsar el debate entre los candidatos a la Presidencia Mario Abdo Benítez (ANR) y Efraín Alegre (PLRA), restó importancia a las críticas que aseguran que la falta de interacción de los candidatos era fundamental. Señaló que existen varios formatos de debate, y este es uno de ellos, incluso que en Estados Unidos suele usarse esta manera de debatir entre candidatos.
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“Hay muchos formatos en materia de debate, muchos esquemas. Acá tiene que haber un contraste, pero eso iba por cuenta de los candidatos. Vimos que ese esquema de pregunta es un ping pong, ese modelo no iba a correr y no iba a ser aceptado, y el modelo que se aceptó fue el que salió y se permitió comentarios sobre el otro”, señaló. A renglón seguido acotó que “La idea era que se contrasten las posiciones de los candidatos”.
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Explicó que se dieron muchas negociaciones con diferentes sectores para que este evento haya sido posible, como ser medios de comunicación, sociedad civil y asesores de candidatos y aseguró que no hubo cuestionamientos.
Opinó que lo ideal hubiese sido tener varios debates y se tuvo que meter todos los temas con poca profundidad.
Explicó que al conversar con los asesores, el esquema de preguntas que se armó fue el que salió, con las repreguntas. “Los temas a tocar se entregaron a los candidatos previamente al debate”.
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Dijo, finalmente, que a su criterio el Código Electoral debería ser modificado para que el debate entre candidatos sea de carácter obligatorio.