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Entre las cifras que surgieron de este estudio, uno de los datos más importantes es la ganancia anual que proporcionan los colectivos nuevos: superior a los G. 126 millones, además de generar un ahorro significativo en la capacidad de carga de pasajeros y en el desgaste de los componentes de los vehículos. En contradicción con esto, César Ruíz Díaz, máximo referente del empresariado del transporte, dijo que las unidades nuevas consumen más combustible que las que se utilizan ahora.
José Asunción comenzó opinando que "o sea que desde 2017 no habrá más el pasaje a G. 2000. Así nomás es muy sencillo, el estudio concluye que se gana más con G. 3300". Walter Ojeda, en un extenso comentario, señaló entre otras cosas: "la falacia es que los dueños de los ómnibus chatarra gastan dinero en su reparación y mantenimiento. Eso no es así, los dejan caerse de viejos, gastan solo cuando no les queda otra alternativa."
Silvio Raimundo Segovia criticó duramente diciendo "cualquiera que tiene un 0 km sabe que desde el primer día que rueda este móvil necesita de mantenimiento, justamente porque esta norma no se cumple estos vehículos rápidamente se vuelven chatarra". William Rubén Zárate manifestó "el mayor ahorro de los empresarios de transporte es la frecuencia de sus unidades que, en muchos casos, después de una larga espera, se llenan como vacas".
Al paso de esta opinión, Óscar Giménez respondió "no, el mayor ahorro para los empresarios proviene del subsidio para la adquisición de los buses 0 km". Cynthia Estigarribia, sin embargo, terminó manifestando que "los mayores ahorros son los $ 30.000, o sea G. 150.000.000 por cada unidad comprada, más cien guaranies por cada boleto, más combustible subsidiado y aumento del precio del pasaje".
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