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En julio de este año, la empresa San Isidro, que explota las líneas 8 y 48, completará la importación de 60 buses cero kilómetro, con lo que desechará la totalidad de sus viejas unidades, convirtiéndose hasta el momento en la primera de las 58 empresas de transporte público en acelerar la renovación total de su flota, en lugar de modernizar solo el 10 % en forma anual, como había establecido el Gobierno el año pasado.
Enrique Rivas, gerente de la empresa, comentó a ABC Color que ya se concretó la importación de sus primeras 20 nuevas unidades, y entre junio y julio llegarán en dos tandas más las 40 restantes. “Están pasando por la última verificación técnica, mañana nos entregan la quinta unidad de las primeras 20 y a partir de ahí se inicia un proceso burocrático para conseguir los seguros, inspección técnica vehicular y habilitación”.
Agregó que en unos 15 días más podrían ponerse en circulación estas cinco nuevas unidades, las cuales cobrarán el pasaje Diferencial, ya que se tratan de buses con aire acondicionado y rampa para personas discapacitadas. “La tendencia es esa, es esta renovación del 10 por ciento anual del parque va a llevar a que desaparezca el boleto convencional”.
Todas las unidades están equipadas con acondicionadores de 135.000 BTU frío y calor, mecanismo de seguridad que no permitirá que los colectivos se muevan con las puertas abiertas, GPS, cámaras de seguridad, tacómetros y ascensores hidráulicos para personas con capacidades diferentes.
Sostuvo que la integración se hará de forma gradual y adelantó que por el itinerario que realizan, no prestarán el servicio Ejecutivo (incluye wifi). “Por el trayecto que hacemos, Lambaré – Sajonia, Lambaré – Limpio, no tenemos un público que pueda pagar Ejecutivo, entonces preferimos un servicio Diferencial, así alcanzamos un mayor público”.
EVOLUCIÓN DEL PASAJE
Al respecto, el viceministro de Transporte, Agustín Encina, dijo que la realidad actual es que “solo hay el 15 por ciento del total de buses del sistema” con las características para pasajes Diferencial y Ejecutivo.
“De hecho, que la fórmula establecida por el Presidente, era que los empresarios cambien un porcentaje anual hasta tener la totalidad de sus unidades con aire y wifi” y cuando ocurra esto, el pasaje convencional – que hoy en día cuesta G 2.300 – perderá vigencia.
Respecto al caso de San Isidro, sostuvo que el proceso de reemplazo de buses será paulatino con lo que se minimizaría el impacto y mencionó que se trata de la única de las 58 empresas de transporte que renovará toda su flota este año, mientras que el resto lo hará en un 10 por ciento cada año, con lo que el pasaje convencional podría demorar alrededor de 4 años en ser completamente reemplazado.
“La idea es ir aumentando los buses con servicio de excelencia, para ofrecer a la ciudadanía”, sostuvo.
La empresa san Isidro es el “único caso en esta circunstancia, ellos asumen un riesgo porque la gente puede preferir ir en otras líneas con pasaje inferior, reitero, el día que esta situación se dé”, analizó.
Añadió que esta empresa no cuenta con un itinerario preferencial, sino que comparte con otras líneas, por ejemplo, partiendo de Limpio se tienen otras opciones como las líneas 23, 24 y 36 que cubren aproximadamente el 60 por ciento del mismo trayecto, y desde Lambaré, coincide con la línea 31 que efectúa el mismo camino del 48 hasta la Terminal de Ómnibus de Asunción (TOA), “por ende la gente va a tener opciones para tomar buses convencionales de otras líneas que comparten gran parte del itinerario”.