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El religioso fue acusado por la madre de un adolescente de 13 años de manosear a su hijo. El hecho habría ocurrido el año pasado, cuando Félix Miranda era responsable de la Parroquia San José Obrero del distrito de Edelira. Fuera del Ministerio Público se produjo, por otra parte, una manifestación protagonizada por un pequeño grupo de personas que llevaron carteles de apoyo al cura.
La madre soltera informó que su hijo no escuchaba las indicaciones que le daba y por eso pidió ayuda al sacerdote, porque confiaba mucho en él. Tras unos meses, notó conductas extrañas por parte del sacerdote, que empezó a realizarle obsequios a su hijo, como ropa, e incluso hasta llegó a regalarle una guitarra electroacústica.
Refirió que las visitas a su casa eran permanentes y “hasta podría decirse obsesivas”, según detalló, tanto que el padre Félix no podía pasar un día sin ver al joven. “Si mi hijo no iba, el sacerdote venía a casa”, explicó la mujer, que también asegura que el párroco trasportaba diariamente al colegio al joven, lo llevaba de paseo, a cenar en lugares costosos, por lo que sospechó de la situación e intentó frenar esa relación.
El obispo de Encarnación, Francisco Pistilli, en tanto, dijo que Miranda está siendo investigado por la Fiscalía y la Iglesia Católica y si es hallado culpable tendrá que ir a la cárcel y será suspendido definitivamente como religioso.
Pistilli afirmó que el caso del sacerdote Miranda es “algo muy doloroso, pero estamos ayudando para que las cosas se aclaren y hacer lo que corresponda”. El obispo determinó alejar al cura de la zona de influencia para que la investigación transcurra sin interferencia y también para evitar otro posible hecho punible.