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"Necesitamos recuperar nuestra "projimidad" que es estar cerca, con nuestras diferencias, manías, estilos; sirviendo al pobre y al más pequeño como serviría Jesús", señaló Cuquejo.
Agregó que "la solidaridad era una característica intrínseca del paraguayo, que no compartía un plato de comida con el vecino y ayudaba sin dudar al más necesitado". Por ello, exhortó a todos los presentes a ayudar a los damnificados que están atravesando momentos muy difíciles con la subida del río.
Señaló que es muy triste ver a tantas familias afectadas por las riadas, especialmente niños, ancianos y enfermos "con el agua hasta las rodillas, buscando refugio, después de haber perdido todo".
"Este es el momento de compartir lo poco o mucho que tenemos con los más necesitados y de esa forma agradecer a Dios por las bendiciones que derrama en nuestras familias", expresó.
En otro momento Mons. Cuquejo manifestó que es una pena que la corrupción no se haya superado en la sociedad, siendo una miseria que crece bajo el egoísmo cotidiano que crucifica y sepulta la esperanza de muchos, bajo la burocracia paralizante y estéril que no permite que las cosas cambien y debería cortarse de raíz.
Según estadísticas de la Comuna local, más de 1.500.000 personas ya visitaron la capital espiritual este fin de semana, lo que ocasionó caos en el transito, entre otros problemas.