Esto es pese a que en esa área rige desde 2004 una ley de Deforestación Cero que prohíbe la tala, informó la organización ambientalista WWF.
La cifra, que supone un repunte respecto a la de 2015, con una deforestación de 14.423 hectáreas, afecta al Bosque Atlántico del Alto Paraná, una selva húmeda que hoy cuenta con 226.124 kilómetros cuadrados de bosques, menos del 16,8 % de su tamaño original.
Los departamentos de Canindeyú, con 5.392,4 hectáreas deforestadas, Amambay, con 4.203 hectáreas, y San Pedro, con 2.570,6 hectáreas, lideran las zonas con más pérdida de bosques, según los registros de satélite, añadió el grupo medioambientalista.
Se trata de zonas donde abundan los cultivos de marihuana, droga de la que Paraguay es el mayor productor de Suramérica.
Pese a que la cifra no alcanza las proporciones de deforestación de hace ocho años, WWF instó al Gobierno “a tomar cartas en el asunto para salvar lo que queda de esta ecorregión”.
La organización subrayó que la ley de deforestación cero ha permitido la reducción de la tala, pero no hasta los niveles para los que fue promulgada.