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El alto jefe policial responsabilizó a agentes de la Policía Motorizada que dirigía a los conductores de los ómnibus que transportaban a más de 200 seguidores de Boca que llegaron a Paraguay en la tarde del jueves para alentar a su equipo contra Cerro Porteño por el partido de la Copa Libertadores, disputado en Sajonia.
Según el comisario Cardozo, los agentes ya fueron individualizados y puestos a cargo de la Fiscalía por el deficiente error en el traslado de los fanáticos argentinos rumbo al Estadio Defensores del Chaco.
Agregó que los extranjeros salieron del estadio del Sportivo Luqueño con destino a la cancha. El itinerario establecido era la nueva avenida Ñu Guasu, su continuación Artigas y girar en Gral. Santos para continuar por la Costanera para salir en Colón y llegar al estadio a través de la avenida Carlos Antonio López.
Sin embargo, los policías motoristas aparentemente no respetaron la orden de sus superiores y siguieron por Artigas hasta llegar en la calle Perú, en donde se encuentran los afectados por la crecida de los ríos, y los ómnibus quedaron atascados.
Mientras, los escoltas siguieron detrás del ómnibus que transportaba a los jugadores de Boca, que sí ingresó en la zona de la Costanera y pudo llegar sin inconvenientes al Defensores del Chaco, explicó el jefe policial.
El comisario Optaciano Cardozo aseguró que los hinchas argentinos fueron cateados en su llagada al país y luego cuando iban a abordar los colectivos frente al Sportivo Luqueño.
Negó que estén armados, alcoholizados o bajo los efectos de estupefacientes, debido a que el control fue riguroso con apoyo de agentes de Antinarcóticos y de Convivencia Ciudadana, según dijo.
Sospecha que los hinchas robaron las bebidas durante el incidente en la zona del barrio San Felipe.
Por su parte, el líder de la hinchada del Sportivo Luqueño César “Tote” Cáceres, dijo que es por segunda vez que invitaron a sus colegas argentinos a quedarse en el recinto del club, mientras aguardan el partido.
Recordó que la primera vez fue cuando Boca enfrentaba al Sportivo Capiatá, y la segunda, el pasado jueves contra Cerro Porteño.
Dijo que en principio los argentinos iban a llegar a la madrugada, pero se retrasó la salida, por lo que arribaron recién a la siesta.
Según “Tote”, facilitaron el local a los hinchas para una mejor organización y para evitar que estén recorriendo por el centro o cerca del hotel Bourbón, donde estaban hospedados los jugadores de Boca.
Aseguró que el local fue cedido a instancia del presidente del Club Sportivo Luqueño, Walter Benítez, con la condición de no consumir bebidas alcohólicas ni estupefacientes.
El barrabrava luqueño indicó que los policías estuvieron verificando a los hinchas durante su estadía en Luque, que duró apenas 4 horas, según sentenció.
“La intención nuestra era solamente ayudarlos. Incluso nos invitaron para ir a la cancha, pero rechazamos la propuesta de ellos. Lastimosamente tuvieron problemas por el camino”, lamentó Tote Cáceres.
Según los antecedentes, los agentes policiales encargados del traslado de los fanáticos extranjeros incurrieron en un error de procedimiento, y facilitaron los hechos vandálicos en la zona de Artigas y Perú.
Tras el encuentro deportivo, los 237 barrabravas argentinos fueron demorados. Más tarde quedaron libres, y solo los jefes quedaron privados de su libertad para enfrentar un proceso penal por los disturbios y saqueos.