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Los siete días de intensa oración personal y comunitaria “para que caigan las murallas de los vicios, del odio y rencor, de maldiciones y desventuras, de tristezas y pecados” se iniciaron el pasado 23 de febrero y se llevaron a cabo en la parroquia Niño Salvador del Mundo (Tte Valinotti casi Sgto. Ayala, Barrio Trinidad, cerca del IPS Central).
Son 7 días pidiendo alguna gracia muy especial, como por ejemplo: la liberación de algún mal, la sanación de alguna enfermedad grave, la conversión de algún ser querido, la concreción de algún proyecto o la realización de un sueño. Las jornadas también se dedicarán a la súplica, penitencia y caridad y se consideran días diferentes para cambiar toda la rutina y que Dios actúe en cada vida.
Jericó fue la primera ciudad que tenían que conquistar los hebreos para entrar en la Tierra Prometida. Parecía ser una barrera invencible porque estaba muy bien amurallada. Según la Biblia, Dios mandó cercar Jericó y por 7 días marchar una vez al día alrededor de su muralla. El séptimo día deberían marchar 7 veces y sonar las trompetas con aclamaciones y las murallas caerían. (Cf. Jos 6, 1-27).