El 6 de diciembre de 2015 nacieron quintillizos en el Hospital San Pablo de Asunción, pero Antonia no pudo sobrevivir y murió en el centro asistencial.

Sin embargo, los otros cuatro pequeños: las niñas Abigail y Xiomara y los varones Hugo e Iker crecieron robustos y rozagantes bajo el cuidado de la supermamá Antonia. De igual manera, a la pareja le quedan cinco hijos, porque la mayor es Jacqueline (6), quien también ayuda a su madre y cuida de sus hermanitos.

El papá Hugo Obregón trabaja en su taller de mecánica de motocicletas, pero en realidad hace de todo porque se desempeña también como albañil y en instalaciones eléctricas para que a sus hijos no les falte nada, asegura.

Los cuatrillizos de Santa María de las Misiones crecen robustos y saludables. El más travieso y sonriente es Iker; el más grande y serio es Hugo. Las niñas Abigail y Xiomara son muy buenas y tranquilas, comentaron sus padres.

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La mamá Antonia Montenegro y el papá Hugo Obregón consideran como una bendición de Dios el nacimiento de sus hijos y preparan para hoy la chocolatada, a las 17:00, en su domicilio particular.

Los niños se portan y alimentan bien, no les falta nada y son saludables, dijo el superpapá Hugo, quien se mostró muy contento y alegre por la experiencia vivida con los cuatrillizos.