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Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en los mayores de 60 años y la segunda, entre los 15 y los 59 años. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 62% de todos los Accidentes Cerebro Vasculares (ACV) y el 49% de los Enfermedades Cardiovasculares (ECV) son atribuibles a la hipertensión arterial.
Diversos estudios demuestran una asociación directa entre el consumo excesivo de sal (cloruro de sodio) en la dieta y los niveles de presión arterial elevada, por ello que una reducción en la ingesta influye positivamente sobre la presión arterial y las ECV y sus complicaciones, informó el Ministerio de Salud.
La OMS recomienda consumir hasta cinco gramos de sal yodada, para adultos sin antecedentes de hipertensión arterial, lo que corresponde a una cucharadita de sal al día por persona. Esta cantidad involucra a todos los alimentos ingeridos durante el día, sean estos naturales o elaborados.
El sodio no solo se encuentra en la sal de mesa, sino también de forma natural en una gran variedad de alimentos, como la leche, la nata, los huevos, la carne y los mariscos. También se encuentra en cantidades mucho mayores en los alimentos procesados, como panificados, galletas saladas, carnes procesadas como el tocino u otros chacinados y aperitivos como papas fritas, las bolitas de queso y las palomitas de maíz, así como en condimentos como la salsa de soja, la salsa de pescado y los cubitos o pastillas de caldo. Se considera que un tercio de toda la sal consumida proviene de estos alimentos.
El Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN) cuenta con la Resolución S.G. 792/15, la cual reglamenta el contenido de sal (cloruro de sodio) en productos panificados de consumo masivo (pan tipo francés, pan Felipe, galletas, palito, coquito, rosquita, y otros panificados de composición similar, en sus diversas presentaciones incluyendo la de granel). Además establece que la sal agregada para la preparación de productos panificados será de 15 gr. de sal como máximo por cada kilogramo de harina de trigo y que el contenido de sodio en los productos panificados no debe ser mayor a 600 miligramos por cada 100 gramos de producto, incluyendo la sal agregada, ingredientes y los aditivos utilizados.
El INAN insta a seguir las recomendaciones sobre una alimentación y estilo de vida saludable que se encuentran en las Guías Alimentarias del Paraguay, en cuya Guía N° 8 se recomienda:
* Evitar el uso de salero en la mesa.
* Si fuera necesario, mejorar el sabor de las comidas utilizando limón o especias y no agregarle más sal.
* Disminuir el consumo de alimentos tales como carne ahumadas, embutidos, papas fritas, galletitas saladas, salsa de soja, caldos y sopas deshidratadas (cubos de caldo, sopas en sobre), gaseosas, cereales en caja, productos envasados y enlatados.
* Comer alimentos frescos, porque tienen menor contenido de sal (sodio) que los alimentos elaborados y embutidos.
* En el caso de los alimentos conservados en agua y sal, por ejemplo las carnes secas (cecina) o los productos enlatados como los pescados (atún, anchoas, sardinas y otros), lavarlos previo a su consumo con agua caliente para disminuir su alto contenido en sal antes de consumirlos.
* Leer el etiquetado nutricional de los productos envasados y elegir el producto con menor contenido en sal o sodio. Según la OPS-OMS, se considera con “Exceso de sodio” si la razón entre la cantidad de sodio (en miligramos) y las calorías es igual o mayor a 1:1. Ejemplo: Calorías por porción: 150 calorías, Na: 155 miligramos.