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El obispo se mostró bastante preocupado por la familia paraguaya, que “ha decaído profundamente” , expresó.
Dijo que, debido a esta “crisis”, es necesario recordar que la familia es la “célula más importante de la sociedad, y la iglesia doméstica”.
De acuerdo con el sacerdote, los signos negativos que se dan en este campo son el desprecio a la vida, el aborto, la pobreza, la exclusión tanto de los jóvenes como de los ancianos, el descuido en la enseñanza de los niños, la desnutrición y el maltrato.
“Muchas familias no pueden realizarse por la pobreza extrema que golpea a millones de hermanos; atenta contra la vida. No podemos callar ni ser indiferentes ante la muerte de los débiles”, expresó.
Habló también de que la familia es el espacio que debe ofrecer los valores y el arraigo religioso. “En lo religioso, nadie deja una huella tan fuerte como la familia. Todos los estudios apuntan a la misma dirección, depende (de la familia) que todas las personas tengan una experiencia religiosa positiva”, dijo.
Robledo fue el encargado de presidir el quinto día del novenario en homenaje a la Virgen de los Milagros de Caacupé.
El tema de la misa de hoy fue “La familia cristiana: Santuario de la vida, es la esperanza de la sociedad paraguaya”. La celebración central es el 8 de diciembre.