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El comprobante exhibido por la afectada evidencia que se abonó por un servicio "certificado", en fecha 13 de enero último. Sin embargo, desde Buenos Aires le reportaron que dicha correspondencia jamás llegó, salvo una notificación al destinatario por la cual informaban que debía concurrir a Aduanas del vecino país, ubicada a 30 km del destino final que figuraba en la correspondencia.
La afectada indicó que en el Correo Paraguayo le dijeron que tenía dos opciones, el envío simple y el envío certificado, y que lo más seguro es el servicio certificado que si bien cuesta un poco más, asegura la entrega.
Ante esta situación, la afectada concurrió al Correo Paraguayo y fue atendida por Mirna Cáceres, supervisora de Reclamos, quien directamente se desentendió del caso y ni siquiera dio chances de solución. Pese a la insistencia de la afectada, quien le indicó que el servicio se pagó al Correo Paraguayo y que de no responder al reclamo u ofrecer solución por el incumplimiento se constituiría la figura de estafa, al percibir dinero por un servicio no prestado, respondió: “El problema es argentino, no nuestro”, disparó Cáceres.
A su vez, el director de operaciones del Correo, Carlos Irala, también dejó a su suerte a la afectada, respondiendo que la Argentina, por su legislación, envía a Aduanas las encomiendas, por lo que de ahí deben retirar los destinatarios, y que la encomienda no llega a la dirección especificada. “Aduanas de aquí hace lo mismo”, manifestó.
Américo Pereira, director de procedimientos aduaneros explicó a ABC Color que cuando se hacen envíos por correo, los paquetes son entregados a la Aduana del país al que llega y el destinatario debe gestionar el retiro en el lugar. Es decir que si va un paquete va desde Paraguay a Argentina, la persona destinataria debería retirar su paquete de la Aduana argentina. Dijo que en caso de que se quiera que la correspondencia llegue en puerta, entonces se debe utilizar el servicio de courrier.