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Para que un médico recete aceite de cannabis, debe inscribirse en el Ministerio de Salud y Bienestar Social, de donde retirará un formulario cuadruplicado. Con este documento, al recetar el medicamento, una hoja quedará para el médico, y las otras serán para la farmacia, el Ministerio de Salud y la Secretaría Nacional Antidrogas (Sentad). Esto, luego de que se aprobara la importación de este medicamento para la epilepsia refractaria.
El procedimiento, afirmó Manuel Fresco, director del Centro de Adicciones, generará un fuerte control cruzado sobre la prescripción de estos fármacos.
Las epilepsias refractarias son epilepsias que no responden a los medicamentos de primera línea. En esos casos, la primera droga que va a probar el profesional de la salud como medicamento es la penicilina; si esta no funciona, hay drogas de segunda elección. Entonces se descubrió que el aceite de cannabis tiene un efecto beneficioso que disminuye las frecuencias e intensidad de convulsiones y mejora la calidad de vida con estas patologías, según el doctor.
“En este momento, la indicación neurológica está fuera de discusión. Así como esa indicación, hay otras indicaciones posibles para el dolor, la fibromialgia, el espasmo, el glaucoma en el ojo. Muchas patologías pueden ser beneficiadas con estos principios”, afirmó.
Con respecto a la consulta sobre si produce o no dependencia, dijo que los defensores acérrimos dicen que no produce dependencia, pero en el campo médico se recetan sustancias que medicinales que también producen dependencia, lo cual es siempre una posibilidad con los fármacos.
Por su parte, Luis Ávila, del único laboratorio autorizado para importar el aceite de cannabis, había afirmado que en el Paraguay no existe la infraestructura, ni siquiera en los laboratorios, para producir el aceite de cannabis, a pesar de tener la materia prima, por el difícil proceso de extracción de la sustancia medicinal. Es el motivo por el que es necesario importar el aceite de los Estados Unidos.