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La iniciativa, que surgió de la necesidad de que las personas con discapacidades físicas accedan al recinto municipal, fue muy aplaudida por la ciudadanía yguasunina, en especial por el concejal René Vargas, quien se moviliza en silla de ruedas. El edil aseguró que las autoridades se vieron obligadas a cumplir con la ley, más aún con su situación.
La rampa, cuya dimensión es de 11 metros de largo por 2,6 metros de ancho, fue habilitada la semana pasada. De acuerdo a lo manifestado por el intendente Mauro Kawano (ANR), la construcción de la rampa especial fue un compromiso asumido con la ciudadanía durante la campaña electoral y surgió de la necesidad de que las personas con discapacidad pueden ingresar sin ningún inconveniente a las oficinas de la Comuna.
“Fue un compromiso que asumimos durante la campaña electoral. Además, uno de nuestros concejales necesitaba acceder a la municipalidad para las sesiones de la Junta Municipal. Lastimosamente, la estructura del edificio no está preparada para seguir colocando las rampas para llegar al segundo piso, pero estamos haciendo lo que podemos de acuerdo a las posibilidades”, expresó Kawano.
En cuanto al costo de la rampa, que incluye una modificación de la fachada principal y de los portones de hierro, costó unos G. 18 millones. Además se acondicionaron dos oficinas de la planta baja en donde ahora se realizan las sesiones de la Junta Municipal.
Por su parte, el concejal municipal René Vargas explicó que desde que asumió la concejalía tuvo dificultad para ingresar a la municipalidad, dado que él se moviliza en silla de ruedas, por lo que presentó un proyecto para la construcción de la rampa inclusiva.
Es más, las primeras sesiones de la Junta Municipal se desarrollaron en un salón de un hotel local y recién luego de dos meses, la municipalidad se vio obligada a realizar esas reformas. Agregó que de no ser por su pedido la Comuna jamás sería inclusiva.
“Esto es un logro más para las personas con discapacidad. En parte aplaudo la modificación realizada en el edificio, pero considero que no se hubiera construido si la necesidad no era imperante con mi presencia. Existe una ley que obliga a las instituciones públicas y privadas a que cuenten con las rampas inclusivas, pero lastimosamente no se cumple”, subrayó Vargas.