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La actual administración del Centro Educativo Itauguá (CEI) - a cargo de Antonio Bazán - habilitó celdas de castigo para los adolescentes, según constataron los comisionados del MNP.
En dichos espacios los menores eran encerrados hasta por 24 horas continuadas, aislados por completo. Este tipo de castigos viola los estándares nacionales e internacionales de derechos humanos, advierten.
Los relatos obtenidos in situ revelaron que los adolescentes debían dormir en el piso - sobre todo los primeros días de su reclusión - debido a que celdas de castigo carecían de camas o colchones. Tampoco les permitían tener pertenencias personales y ni se les explicaba el motivo de su alojamiento en ese precario espacio. Los adolescentes también aseguraron ser víctimas constantes de golpes, amenazas y traslados arbitrarios.
Mientras tanto, el Centro Educativo Sembrador de Villarrica (CESV) sigue siendo objeto de monitoreo luego de que en noviembre pasado un informe que revelaba torturas y malos tratos contra los menores internos obligara a renunciar al director Roden Leiva.
Actualmente el CESV está administrado por Francisco Benítez Escobar, a quien también se le atribuyen situaciones de violencia hacia los adolescentes entre otros agravamientos de condiciones de detención respecto al momento de la intervención.
El MNP, teniendo en cuenta las torturas e irregularidades, remitió al Ministerio de Justicia los informes de seguimiento de las visitas de inspección realizadas antes de la Navidad y pidió la apertura de sumarios y la destitución inmediata de ambos directores. Además solicitan que no se los vuelva a poner al frente de ningún centro educativo y se los separe del contacto de cualquier adolescente privado de su libertad.