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Leite dijo que si Rio Tinto Alcan (RTA) hubiese demostrado que no iba a haber daño ambiental, que se ajustarían a los controles y las tarifas de la ANDE y que se generaría una gran cantidad de puestos de trabajo, el propio Gobierno iniciaría las conversaciones.
Sin embargo, con esas condiciones, todavía no han entablado un contacto de los directivos de la multinacional canadiense, comentó en contacto con la 730 AM.
Con respecto a las negociaciones que encaró el gobierno de Federico Franco con la empresa, dijo que fueron “engorrosas”, ya que a su criterio se comprometió agresivamente el interés del Estado. Reiteró que no están dispuestos a subsidiar la energía eléctrica.
Rio Tinto Alcan es la procesadora de aluminio más importante de Canadá y la tercera a nivel mundial. Fabrica y recicla placas de aluminio, papel de aluminio, alambre y cable, además de aditamentos para puertas, ventanas y auto partes. Opera en 65 países del mundo.
Organizaciones manifestaron su repudio a la instalación de la empresa en Paraguay, desde el momento en que se mostró interés, con la campaña “No a Rio Tinto”. Rechazan la posibilidad de subsidio directo o indirecto de energía eléctrica y temen daños ambientales.
RTA inició negociaciones con el gobierno de Fernando Lugo y prosiguió con el de Federico Franco. Apuesta a invertir en el país unos US$ 4.000 millones. Hace algunos meses se firmó un primer preacuerdo.