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El 30 de setiembre de 2012, César Giménez Gamarra se encontraba en su domicilio, ubicado sobre sobre las calles 1 y 2 del barrio San Blas de Lomá Pytá, cuando un desconocido saltó la muralla e ingresó para tratar de agredirlo con un destornillador. El malviviviente fue atacado por los perros de Giménez Gamarra y terminó huyendo.
Horas más tarde, el mismo hombre regresó con un cómplice hasta el domicilio y decidieron arrojar al patio botellas de plástico cargadas con combustible y una mecha encendida para luego darse a la fuga. Casi dos semanas después, el 10 de octubre, los malvivientes volvieron a la vivienda, esta vez munidos con armas blancas, y fueron descubiertos por la hija del dueño de casa, que dio aviso a efectivos de la Policía.
Los efectivos localizaron a los dos hombres, identificados como Benjamín Martínez López y Carlos Alberto Gómez Gutiérrez, en las cercanías del lugar. Mientras eran trasladados a bordo de una patrullera, uno de ellos intentó despojar de su arma a un agente policial, propinándole golpes de puño.
Ambos fueron acusados por la fiscala Mercedes Caniza por el hecho punible de tentativa de robo agravado y debieron afrontar un juicio durante el cual se presentaron diversas pruebas documentales y testificales, además del informe de la psicóloga forense del Ministerio Público. Finalmente, el Tribunal de Sentencia integrado por los jueces Digno Arnaldo Fleitas (presidente), Elsa García y Fabián Escobar decidió condenar a Martínez López a seis años de prisión y a Gómez Gutiérrez, a cuatro.