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Rodrigo González Planás, abogado de la madre del menor, Zunilda Samaniego, así como la fiscala de la causa, Abog. Dora Nohl habían solicitado una pena de cinco años, de acuerdo a lo que se estipula para los casos de homicidio culposo. El menor murió en terapia intensiva el 18 de febrero de 2009, luego de ser sometido a una cirugía programada de las amígdalas y adenoides en el Sanatorio Central el 12 del mismo mes y año.
El tribunal, presidido por la Dra. Leticia De Gásperi, consideró dos cuestiones fundamentales para resolver el caso. Uno de ellos es que el niño fue operado en un Sanatorio que no estaba preparado para este tipo de operaciones, y segundo que intervino en la cirugía una enfermera y una instrumentalista no especializados para asistir a cirugías.
La lectura de la condena fue fijada para el martes 20 de diciembre a las 13:00.
EL CASO
Zunilda Samaniego, madre del niño fallecido, relató que el día de la operación habían empezado la intervención a las 08:00, y el niño hizo un paro cardíaco alrededor de las 09:00. Dijo que los médicos tardaron en derivarlo a un centro sanitario más complejo, por lo que su cuadro en vez de mejorar, empeoró.
Recién a las 14:00 el menor fue derivado a Terapia Intensiva del Centro Materno Infantil, donde falleció seis días después.
En el expediente fiscal consta un informe de la Superintendencia de Salud que señala: "La decisión de traslado del paciente a una Unidad de Cuidados Intensivos fue acertada, no así el momento del traslado a otra entidad de servicios de salud de mayor poder resolutivo, que fue tardío, 5 horas y 30 minutos aproximadamente, luego del paro cardiorrespiratorio, lo cual pudo haber sido determinante en la evolución clínica del paciente con posterior desenlace fatal".
Añade que "la falta de equipamiento adecuado para la cirugía, monitorización del paciente durante el acto quirúrgico-anestésico, pudo haber incidido significativamente en el desenlace final del paciente".