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Osvaldo es un joven lleno de vida y a pesar de los obstáculos que se le presentan en el camino y de tener a sus padres lejos físicamente comentó que no perdió la esperanza y con soltura comparte su experiencia de los últimos años: empezó a perder la vista.
“Siempre me sentaba en el fondo y cuando estaba en sexto grado fue que empecé a ver borroso. Llegó un punto en que decidí comentarles a mis padres, me llevaron al doctor y supimos que mis córneas estaban perdiendo trasparencia”, recuerda Osvaldo.
Indicó que una córnea estaba peor que la otra y con el tiempo se deterioraba más. El primer médico que le atendió, en Concepción, le informó que le harían muchos estudios, utilizaría montón de anteojos y cada vez de mayor aumento, hasta que llegaría a la gravidez de necesitar un trasplante para mantener el sentido de la vista.
Con este pronóstico y cumpliéndose la “profecía”, fue que Osvaldo se mudó a la capital. Actualmente, vive con un tío en la ciudad de San Lorenzo para seguir al pie de la letra su tratamiento en Asunción.
“Usaba lentes con aumento tan grandes como el de los abuelitos, me mandaron hacer uno en Estados Unidos y eran adaptados a más pequeños para ayudar a las córneas. Llegó un punto en que ya ni con anteojos podía ver”, expresó. Agregó que fue entonces que usó lentes de contacto especiales, sin los cuales su vista era prácticamente nula.
“Los lentes de contacto fueron un milagro porque ya no podía ver con los anteojos. Me acostumbré rápido, pese a la indicación médica de que son delicados, no podía usar para dormir, hay que atender el polvo y otros detalles. Hasta que llegó el momento del trasplante”, expresó.
Osvaldo manifestó que se siente doblemente afortunado porque tuvo la oportunidad de recibir el trasplante para los dos ojos. Algunos pacientes esperan muchos años. La primera intervención se realizó en 2010 y la segunda fue hace dos semanas, aproximadamente.
Indicó que en la primera intervención estaba muy nervioso. Fue el primero en hacer uso del convenio entre la Fundación Oca del Valle y el Instituto de Previsión Social (IPS).
“El apoyo de los médicos es muy importante. No perdía la esperanza (de ser sometido al trasplante), era lo más difícil, algo nuevo para mí y tenía miedo”, afirma, recordando cómo se sentía en los momentos previos al trasplante, hasta que recibió la llamada con la que le informaron que había una córnea combatible para él.
Señaló que por el tratamiento postoperatorio tuvo que dejar el colegio. Luego pudo retomar sus estudios y otras actividades normalmente. Le gusta especialmente jugar al fútbol y las artes marciales.
Ahora, a causa de la segunda intervención, tuvo que dejar nuevamente sus estudios. Comentó que cursaba el último año de la secundaria pero por los controles frecuentes y las molestias propias del proceso de la compleja intervención priorizó su salud.
No pudo evitar expresar la añoranza de su familia. Su madre se encuentra en Argentina por cuestiones laborales, mientras que su padre está en el interior del país por el mismo motivo. Su tío y su prima fueron su sostén en este proceso, además de los médicos. Tampoco olvida a las personas que le dieron la oportunidad de renovarle la vida y les agradeció por darle la posibilidad de cumplir con sus metas con otros ojos.
Por este motivo insta a la ciudadanía a donar sus córneas y a los pacientes que siguen en lista de espera, a no perder la esperanza.
Su meta es terminar el colegio y volver a ver a su familia reunida. “Mi meta es terminar el colegio y quiero seguir estudiando, quiero ser funcionario público y servirle a mi país”, expresó el joven con una sonrisa en el rostro.
Por su parte, Laura Acosta, representante de la Fundación Banco de Ojos Oca Delvalle, informó que actualmente hay aproximadamente 400 pacientes en lista de espera para una donación de córneas.
Hoy se conmemora el Día Nacional de Donación de Córneas. Por este motivo, la fundación desarrolla la campaña “Hacé que vean, hacé que vuelvan” que consiste en habilitar once puestos en todo el país para la inscripción de donantes voluntarios. El objetivo es promover la donación para permitir que más pacientes como Osvaldo puedan retomar su vida y hacer las actividades que más les gustan.
En Asunción estarán en: la sede de la CJI (Avda. Rodríguez de Francia 176) y en los shoppings del Sol, Pinedo, Villa Morra y Mariano. También en San Lorenzo, Ciudad del Este, Encarnación, Coronel Oviedo, San Ignacio, Santa Rita, Salto del Guairá y Pedro Juan Caballero habrá puntos de inscripción.
Para más información, se puede ingresar a la web www.abramoslosojos.org. py. En Facebook, la iniciativa figura como Abramos los Ojos y en Twitter, @abramoslosojos.