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El exdiputado Luis Villamayor informó que el pasado lunes, al momento de la constitución del Tribunal en el lugar de los hechos para la recreación de la muerte de su hijo Alex, la defensa del acusado presentó una chicana que sigue dilatando la condena y que, según Villamayor, está cantada, debido a que “el homicidio está sobradamente demostrado con un cúmulo de pruebas que seguramente desembocarán en una condena”.
Resulta que en el momento clave en que el perito especializado en representaciones digitales, con vasta experiencia, se disponía a presentar las pruebas construidas en base a las evidencias encontradas en el lugar de los hechos, la defensa presentó una nota en que cuestiona que supuestamente el profesional no está acreditado para realizar su oficio, a pesar de su experiencia de muchos años y en casos sonados como los de Cecilia Cubas y Rodrigo Quintana, entre otros, explicó Villamayor.
Por este motivo, el presidente del Tribunal decidió posponer la representación hasta el próximo martes, dilatando así la decisión final del juicio oral, que se encuentra en etapa conclusiva. “Estamos averiguando la verdad para que nosotros podamos descansar”, dijo.
Por otro lado, denunció que en una fanpage de Facebook se alzaron fotos del momento del levantamiento del cuerpo sin vida de Alex, que la prensa omitió publicar hace tres años, cuando ocurrió el hecho, por su fuerte contenido. Alex tenía 16 años cuando falleció.
“Esta gente se escuda bajo una página anónima. No sé qué logran con hacer eso”, lamentó el padre.
El abogado de la defensa, Manuel Guanes, negó que la nota presentada haya sido una chicana ya que se trata de un informe de la Corte Suprema de Justicia en que consta que el Luis Fernando González Zucchini, encargado del peritaje, no está habilitado para ejercer la profesión, ya que es un diseñador gráfico, por lo que “no puede expedirse sobre una cuestión de criminalística. Dice que es autodidacta”, argumentó el abogado.
Dijo que Villamayor pretende “confundir a la ciudadanía” con la acusación a su defendido, Hoftetter, a la que denominó “mamarracho”.