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El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) proyecta comprar 2.000 buses que luego dará en alquiler a las empresas de transporte y asegura que es diferente al plan fallido implementado por el Banco Nacional de Fomento años atrás.
En este sentido, José Tomás Rivarola, exasesor de Setama y del Ministerio de Obras Públicas, advirtió que este proyecto no resuelve el problema de fondo y podría constituirse en un “clavo” más para el Estado.
A propósito de estas afirmaciones, el viceministro Agustín Encina aseguró que las posibilidades de que esto se constituya en un nuevo fracaso son mínimas, teniendo en cuenta el procedimiento de pago que se utilizará.
“Esto no es algo que estamos inventando, reconozco la capacidad del señor José tomas Rivarola, a lo mejor no tiene toda la información”, dijo en conversación con la 780 AM.
Explicó que los empresarios deberán entregar sus chatarras como entrega inicial y la devolución del préstamo no se realizará físicamente “como en la época del BNF”, sino que “a través del billetaje electrónico todos los días”.
“Todos los días el dinero les será debitado de su recaudación antes de que llegue a sus arcas (la de los empresarios)”, aseguró Encina.
Todo esto previa evaluación financiera de los empresarios: “Si son deudores del BNF no se beneficiarán con esta medida, ni con otras instituciones”, aseveró.
Añadió que estos buses entrarán bajo la modalidad de leasing y estarán a nombre del Estado paraguayo, siendo transferidos solamente una vez que las cuotas sean saldadas en su totalidad.
Finalmente sostuvo que esta iniciativa sería la solución a las peripecias que sufren diariamente los usuarios del transporte teniendo en cuenta que “es una fórmula que funcionó en varios países del mundo y que Paraguay copiará”.
En conversación con ABC Color, César Ruiz Díaz, titular de Cetrapam, sostuvo que a pesar de no haberse hablado aún de los pormenores, apoyan la iniciativa y por las características del proyecto, consideran que sería una solución a la problemática del transporte público.
Entre los puntos que tendrían que definir, Ruiz Díaz indicó que deberían buscar una manera de “desalentar a los empresarios inescrupulosos y a aquellas empresas de fachada porque son los que verdaderamente desvirtúan la palabra servicio”.