Una guía ganadera para principiantes

La ganadería no es un rubro sencillo de entender, pues sus reglas y tecnicismos son numerosos. Estamos seguros de que muchos lectores querrán aprender un poco más de este sector que mueve la economía. Con ayuda de un experto, preparamos esta guía básica.

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A mediodía de este lunes, se cerró la admisión de animales en la Expo 2016. Entre esta tarde y mañana, se dará una oportunidad más a los animales que fueron rechazados por algún motivo, en lo que se denomina repechaje.

Unas 830 cabezas de ganado ingresaron hasta el último conteo en la Expo Feria, de 1.950 ejemplares inscriptos. La admisión se llevó a cabo hasta las 12:00 de este lunes, y actualmente los portones ya están cerrados. Solo tendrán oportunidad los animales que han sido rechazados por pequeños inconvenientes, como lesiones, y podrán ingresar a repechaje.

Mañana martes, a partir de las 07:00, comenzará el pesaje del ganado, para seleccionar a la vaca y el toro con más peso de la Expo.

¿Alguna vez se preguntó cómo es que los animales aportan riqueza económica al sector ganadero? O quizá le haya llamado la atención cómo pueden existir animales que cuestan más que una casa.

La terminología y reglas del sector ganadero no son sencillas de entender, y estamos seguros de que algunos lectores querrán adentrarse un poco más en el área. Es por eso que recurrimos a Juan Domingo Rehnfeldt, director de la Comisión de Admisión de la Expo Feria, y experto en el sector ganadero con más de 50 años de experiencia, quien nos brindó un panorama general del sistema de admisión de las cabezas para entrar a la competencia.

Rehnfeldt comienza diciendo que una exposición ganadera es “como un concurso de belleza”, en donde los criadores presentan lo mejor que tienen en cuanto a animales.

Más allá del buen peso, el pelaje o los colores, el jurado, compuesto por especialista en cada una de las razas, se concentra en la fertilidad del animal, que es la raíz de la rentabilidad del negocio. Si tenemos, por ejemplo, una especie interesante de toro, con una buena capacidad semental, de una raza pura, lo más importante en lo que se fija el ganadero es en el rédito económico que le proporcionará la procreación de ese animal, por lo tanto, su capacidad de reproducción es clave. Es por eso que, a la hora de pagar por un buen toro, un criador lo ve como una inversión, por lo que puede llegar a pagar exorbitantes precios de, por ejemplo, G. 100 millones. Los costos son difíciles de estimar con exactitud, y no hay un rango, pues los propietarios son los que establecen el precio del animal, dependiendo de su calidad.

Muchos son los ganaderos que desean que su ganado ingrese al campo de exposición de la Expo Feria. Es que, por el tan solo hecho de exhibirse en la ARP, el animal automáticamente adquiere otra categoría y el precio sube exponencialmente.

Es por este mismo motivo que la admisión es muy exigente. “Una vaca que se expondrá en la Expo, tiene que estar en condiciones de criar un ternero, lo mismo ocurre con cabras y otros animales. La hembra que sea admitida en el ruedo tiene que estar preparada para ser fértil”, nos explica el director de Admisión.

En cuanto a los machos (toros), se busca la fertilidad, que un toro tenga la capacidad de reproducirse.

Las inspecciones de admisión se realizan con técnicas modernas, pruebas andrológicas en las cuales se extrae el semen, se los palpa minuciosamente, se les realiza ecografías, para determinar si todo el sistema reproductor se encuentra en condiciones, y se hacen estudios de motilidad, que es básicamente el nivel de aptitud que tiene el semen para reproducir. En el sector de admisión, el dueño del animal tiene prohibido involucrarse. De la evaluación se encargan exclusivamente los técnicos.

Una vez que el animal pasó las pruebas de fertilidad, ingresa a competir. En ese momento toma protagonismo el jurado de calificación, compuesto por personas especializadas en cada raza. Cada juez califica exclusivamente la raza de su especialidad.

Una vez que un animal gana una competencia, y obtiene, por decirlo, el puesto del Gran Campeón de una raza, que es uno de los más importantes, el propietario busca vender el ejemplar. Es entonces cuando nos hacemos la gran pregunta: ¿cuánto debe costar un animal campeón? Juan Domingo Rehnfeldt nos explica que la cifra es absolutamente relativa y la establece el propietario. “No podemos saber aún cuánto costarán este año, ya que los valores recién se establecen luego de la competición. Pero hay una referencia con relación al año pasado. Hubo animales que se vendieron a un promedio de G. 20 millones. Eso al nivel de los animales promedio, en el caso de los grandes campeones nunca se sabe. El año pasado, por ejemplo, se vendió un toro por G. 70 millones”, refirió el director de Admisión de la Rural.

Los precios, nos cuenta Rehnfeldt, pueden ser incluso “delirantes”. Pero, si el interesado ve condiciones en el animal, paga lo que sea necesario.

“Generalmente cada uno sabe cuánto pedir por un ejemplar de ganado. Es como vender tu auto. No hay una regla que diga, “todos los toros de la raza braford valdrán tanto”, acotó el experto.

Ahora bien, ¿Por qué un toro puede llegar a costar tanto dinero como una casa? Factores como el tipo de animal, la genética que tiene, y cuantos campeonatos tienen en su haber influyen para que los precios, en muchas ocasiones, sobrepasen los G. 100 millones.

“Si este año mi toro ganó un campeonato y no lo vendí, el año que viene vuelve a ganar y ya vale el doble. Es un gran negocio la ganadería, a pesar de que aumentaron los impuestos. El ganadero está acostumbrado a pasar vicisitudes, impuestos, inundaciones, crecidas. Hemos tenido años muy malos, pero te tienen que gustar los animales para dedicarte a este rubro”, nos dice el entrevistado.

Existen algunas “creencias” con respecto al cuidado que tienen ciertos criadores para con sus animales. Los tratan incluso mejor que a mascotas, cuidando desde su pelaje hasta su alimentación, pasando por el sitio que le destinan para el descanso.

Incluso, se cree que algunos animales duermen en colchones, para garantizar el buen estado del pelaje.

Juan Domingo Rehnfeldt nos dice que hay muchas leyendas y exageraciones, pero admite que los ganaderos trata de darle la mejor comodidad posible a sus animales. “Generalmente duermen sobre fardos de heno. Cada ganadero tiene sus secretos para que el animal esté bien cuidado y presentado. Hay animales sucios, lastimados, y otros están brillantes. Eso es porque el propietario es dedicado y se esmera en los detalles.”, señaló el director de Admisión de la ARP.

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