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La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas que son dos masas de tejidos, que se encuentran en la parte posterior de la garganta, y actúan para defenderla de virus y bacterias. La causa muchas veces se debe a la infección con un virus frecuente, sin embargo, las infecciones bacterianas también pueden provocar la enfermedad.
Para un tratamiento adecuado, se debe identificar la causa para un diagnóstico preciso y de acuerdo al resultado, ya sea viral o bacteriana, el procedimiento de recuperación determinará el uso de medicamentos para controlar la fiebre y el dolor si corresponde al primero de los casos o el uso de antibióticos para el segundo de los casos, previa consulta médica.
Es importante manejar los síntomas principales de la amigdalitis para efectuar una rápida acción contra la misma y evitar que el caso se agrave. Entre ellos, se encuentran: dolor de garganta, amígdalas hinchadas y enrojecidas, dificultad para tragar, glándulas inflamadas en el cuello, mal aliento, capa amarilla sobre las amígdalas, fiebre, dolor de cabeza entre otros.
Esta enfermedad es común en niños mayores de 2 años. La bacteriana es más frecuente en infantes de 2 a 15 años de edad y la viral en los más pequeños, por lo que extremar las medidas de prevención, es una de las principales formas de prevenir la amigdalitis, especialmente del tipo bacteriano.
Los principales métodos de higiene, como medidas de prevención ante esta enfermedad son:
-El lavado frecuente de manos, especialmente antes de ingerir alimentos y luego de ir al baño.
-Evitar compartir alimentos, vasos, botellas y/o utensilios.
-Reemplazar el cepillo de dientes, después de confirmarse el padecimiento de la enfermedad.
-Estornudar y/o toser en un pañuelito en la parte interna del codo y posteriormente lavarse las manos.