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La Cámara de Diputados adjudicó servicio de gastronomía por un monto total de G. 2.540 millones para este año. Esto representa comida por importe de G. 31.750.000 por legislador.
Es decir, cada uno consumirá durante los poco más de 200 días que están en la Cámara –si es que están– por importe de G. 148.364 por día.
Soto Estigarribia salió en la defensa de sus colegas y dijo que ese cálculo en realidad no se siente con relación a lo que realmente corresponde a cada diputado.
“Hay algunos que no gastan absolutamente nada en alimentos, solo en las sesiones”, justificó Soto Estigarribia en contacto con la 780 AM.
No obstante, dijo que este gasto queda a cargo del administrador, lo cual corresponde al presidente de la Cámara, Juan Bartolomé Ramírez.
Se desligó de toda responsabilidad diciendo que el Vicepresidente no tiene potestad en este tipo de decisiones.
“(El Vicepresidente) es un perfecto florero, es muy limitada la función (…) La administración está a cargo del Presidente”, manifestó.
Durante este periodo constitucional, que se inició el 1 de julio de 2013, la Cámara Baja optó por sesionar los miércoles de tarde, mientras que las reuniones de las 28 comisiones asesoras se fijaron para los martes, en horario de mañana y tarde. Solo una comisión, la de Ciencias y Tecnología, que preside Antonio Buzarquis (PLRA), se reúne los lunes.
Gracias a este sistema de “trabajo”, los diputados apenas permanecen en sus oficinas los martes y miércoles, que son los días que utilizan el servicio gastronómico.
Mientras se gastan millones por comida en Diputados, más de un millón de paraguayos se debaten en la extrema pobreza, de acuerdo a datos del Censo Nacional.