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Uno de los efectos colaterales de las lluvias, que ya dejaron a miles de familias en todo el país sin hogares, es la pérdida de clases en instituciones públicas.
Actualmente, no son precisamente las huelgas de docentes lo que motiva no cumplir con lo establecido para el año lectivo, sino los fenómenos naturales. Recientemente, las lluvias cayeron incesantemente en todo el país y siguen cayendo en departamentos como Ñeembucú y Alto Paraguay, donde más damnificados se contabilizan.
Según informó Miguel Marecos, titular del Sindicato Nacional de Directores (Sinadi), resulta verdaderamente preocupante la situación que se vive principalmente en Ñeembucú, donde aproximadamente 1.000 alumnos están sin dar clases desde hace casi un mes. Solo en este departamento son alrededor de 40.000 los damnificados.
“Estamos preocupadísimos por Ñeembucú porque hace 22 días que 50 instituciones focalizadas en 12 distritos no tienen clases, afectando esto a más de 1.000 alumnos”, precisó en conversación con ABC Color.
Explicó que arribaron a esta conclusión tras una visita realizada por un equipo de directores que viajó a la zona para constatar la situación, donde la inversión para asistencia por parte del Gobierno ya ascendía a inicios de esta semana a G. 1.627 millones.
La ministra de Educación, Marta Lafuente, coincidía días atrás con la cifra difundida por Marecos referente al decimosegundo departamento: “Se trata de 47 a 49 escuelas, con un promedio de 20 a 25 niños”, indicó.
En lo referente a Alto Paraguay, el sindicalista indicó que otra comitiva pudo corroborar que, afortunadamente la situación es menos grave en esta zona.
En el lugar existen 10 colegios y 60 escuelas, incluyendo a los indígenas. El 80% de las instituciones dan clases normales, a pesar de su situación de aislamiento.
“Hace unos diez días que están aislados; sin embargo, las clases se desarrollan de forma casi normal”, aseguró.
Marecos también habló del plan de mitigación que se encuentran articulando en conjunto con autoridades del Ministerio de Educación y Cultura para recuperar las clases perdidas.
“Hemos apostado a no perder más horas de clases este año, trabajando con otros gremios”, dijo.
Indicó que como primera opción se manejan las “aulas móviles” que serían ubicadas en lugares altos, donde todos puedan asistir.
“No importa que los chicos sean de diferentes escuelas, el contenido programático, la malla curricular no varían”, puntualizó.
Las siguientes estrategias que maneja el Sinadi en conjunto con el Ministerio de Educación y la Coordinación departamental tienen que ver con dictar clases en turnos opuestos, recuperar clases los sábados y la elaboración de más trabajos prácticos, trabajos a distancia, entre otros.
Marecos aseguró que estas estrategias dieron buenos resultados en situaciones similares, como cuando el inicio de clases fue postergado -tras vacaciones de invierno- por las bajas temperaturas.
Aseguró que la primera medida, es decir lo de las aulas móviles, estaría implementándose una vez que las aguas vayan bajando y que los alumnos puedan salir de sus casas.
“Hoy día no se puede salir por la inundación, hay todo tipo de insectos, además del peligro inminente de que los chicos puedan adquirir algún tipo de enfermedad”, argumentó.
De esta manera, el representante sindical manifestó que, a pesar de todo, la situación está siendo controlada y aseguró que no se perderá el año escolar, teniendo en cuenta la serie de estrategias que tienen planeadas para la recuperación de las horas perdidas y que actualmente tanto autoridades nacionales (MEC) como los gremios se encuentran realizando “un trabajo bastante serio”.