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Más de 60 choferes denuncian haberse quedado sin sus puestos de trabajo luego de que se haya cancelado la empresa San Agustín, que explotaba el servicio de la Línea 11. Al contrario de lo que había prometido el Viceministerio de Transporte ya en noviembre, los conductores aseguran que la firma ganadora de la licitación no absorbió sus servicios y ya llevan varios días sin trabajar.
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Héctor Quiñónez se encadenó esta mañana frente a la Comisaría 7ª, sobre Eusebio Ayala, junto con otro compañero conductor para exigir que todos los ciudadanos vuelvan a trabajar. Como empleado con 15 años de antigüedad en San Agustín, afirmó que la empresa tenía todos sus documentos y vehículos en regla, pero de igual manera fue cancelado el servicio y la nueva empresa ganadora presenta varias irregularidades.
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“Nunca los ministros nos dieron información”, reclamó. Igualmente, destacó que lo único que piden es que les acerquen un compromiso firmado y los habiliten para volver a trabajar, más aún teniendo en cuenta que muchos son padres de familia con hijos que retornan a clases esta semana.
Según explicó el viceministro Agustín Encina en noviembre pasado, se había abierto un sumario con el cual se comprobó varias irregularidades en la empresa San Agustín que derivaron en su cancelación.
En primer lugar, pese a que la firma renovó un 20% de su flota de vehículos en 2015, Encina aseguró que no hizo lo mismo con el 10% correspondiente a 2016, lo cual está establecido en un decreto presidencial.
Además, señaló que durante ese mismo proceso administrativo, los empresarios reconocieron no contar con la flota necesaria para operar y estar prestando servicios con buses que no están en condiciones ni cuentan con las documentaciones requeridas por el Viceministerio de Transporte.