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El panorama era realmente preocupante ayer, martes, debido al aumento de las bocas de fuego dentro de la reserva del parque nacional Chovoreca, a consecuencia de la tremenda fuerza de los vientos del sector norte, por lo que los voluntarios tuvieron que abandonar momentáneamente los trabajos.
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En horas de la noche, cuando se calmó más la intensidad del viento, de nuevo comenzaron a trabajar los combatientes y lo hicieron durante toda la madrugada de este miércoles, logrando controlar de nuevo la situación, según comentaron los responsables.
En horas de la tarde de este miércoles, según Eduardo Gómez, existía una sola boca de fuego dentro de la reserva, y se aguardaba la llegada de las maquinarias pesadas del Comando de Ingeniería, ya que solo con la construcción de picadas se podrá sortear la tupida vegetación, a fin de permitir el paso de vehículos pequeños y de los propios bomberos.
Convoy partió el lunes de Asunción
Una caravana de maquinarias del Comando de Ingeniería, acompañada de bomberos voluntarios, partió el lunes de Asunción. Inicialmente, debía llegar a la zona de Chovoreca (950 kilómetros) entre la tarde y la noche de este miércoles.
A las maquinarias se deben unir otras pertenecientes a empresas ganaderas situadas en la zona de la reserva forestal y de la Gobernación de Alto Paraguay, con el objetivo de construir senderos o picadas y de realizar cortafuegos, que consisten en destruir por completo una franja de vegetación, para que, cuando llegue el fuego, no tenga posibilidad de expandirse.
Mientras tanto, además de los bomberos forestales de la SEN, militares a bordo del helicóptero Bambi se encargan de apoyar la tarea, arrojando agua previamente recogida de los tajamares hacia las bocas de fuego.
Establecimientos ganaderos
Según el responsable de la SEN, varias estancias pegadas a la reserva natural ya fueron afectadas por los incendios, como Tierra Buena y Las Marías, por lo que también en esos sectores se realiza el combate al fuego, ayudados por personal de varios establecimientos ganaderos.
Por de pronto, continúan las investigaciones del Ministerio Público para dar con los responsables de haber iniciado el fuego el pasado 2 de septiembre, lo que significó la destrucción de unas 200.000 hectáreas de bosques y campos ganaderos.
El Instituto Forestal Nacional había señalado los lugares donde se inició el fuego en dicha fecha, tras la cual prestaron declaración los dueños de esas tierras: Hugo Miguel Zelada y Hugo Sebastián Jara Aranda, quienes inicialmente negaron toda responsabilidad, alegando desconocer quiénes serían los autores de provocar los incendios
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Ambas personas, inclusive, mencionan que, cercana a una de sus propiedades, se encuentra una comunidad indígena y que también se cuenta con un sendero de acceso público, por donde permanentemente suelen circular vehículos con personas ligadas a Organismos No Gubernamentales (ONG), quienes supuestamente suelen molestar a los ganaderos.
Informes extraoficiales, sin embargo, dan cuenta de que estas personas solo serían prestanombres de esas propiedades y que los verdaderos dueños son poderosos ganaderos de la zona. Por de pronto, el fiscal de la causa, Nelson Colmán, dijo que en los próximos días se constituirá en esas propiedades.
