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El joven Juan Ramón Vera (26), oriundo de la localidad de Villa Choferes del Chaco, desapareció el 9 de diciembre del año pasado cuando se lo vio por última vez fuera de un local comercial de Filadelfia. Tras nueve meses sin novedad aparente en el caso, una comitiva fiscal y policial, encabezada por la agente Laura Ávalos, desenterró lo que serían los restos del mismo e inició las primeras detenciones revelándose así detalles turbios de las últimas horas de Jota.
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Según el reporte policial del Departamento de Investigación de Boquerón, la localización del cuerpo fue posible gracias a las declaraciones de Hugo de los Santos González Brítez (42), aprehendido a 30 kilómetros del lugar. González Brítez, quien es hermano del principal sospechoso, Albino González Brítez (prófugo hasta el momento), habría indicado la ubicación del cadáver tras su aprehensión, el cual se produjo en el marco de la investigación por supuesto hecho punible de homicidio doloso.
Además, otro sospechoso, Mario Andrés Carballo Rojas, había sido aprehendido el 21 de septiembre, acusado de participar en la desaparición de la víctima. Los investigadores hablaron de hasta cinco posibles involucrados y afirmaron que el cuerpo de Jota fue movido tres veces luego del presunto homicidio hasta el sitio donde finalmente lo encontraron.
“Sospechamos que se le ultimó con un revolver calibre 38, después lo arrojaron a un yuyal en Filadelfia y luego lo enterraron superficialmente, por temor a que se lo encuentre, lo volvieron a enterrar más profundamente hasta donde se le encontró”, dijo el investigador Helmut Adrian.
Adrián mencionó que manejan la hipótesis de que al joven lo ultimaron enseguida, el mismo día de su desaparición. El cuerpo fue trasladado a la Morgue Judicial de Asunción para la realización de las pruebas forenses que confirmen su identidad. Mientras tanto, los detenidos permanecen en la Comisaría 1ª de Filadelfia, bajo la supervisión del Ministerio Público.
Crimen con trasfondo pasional
El día de su desaparición, Juan Ramón se encontraba en un vehículo en compañía de su primo, Albino González Brítez, y subió su última interacción social a WhatsApp, comentando el intenso calor de esa tarde. Según las evidencias, ambos mantenían una relación sentimental y actualmente sobre este último se dictó una orden de captura.
La familia de Juan Ramón mencionó que pese a lo duro de la noticia, esperaban un desenlace de esa naturaleza. “Estamos destrozados como familia, se ensañaron con él”, dijo Lurdes Vera, hermana del mismo, quien agregó que la situación es aún más difícil porque existe una situación de parentesco con dos de los acusados de cometer y encubrir el crimen.
La identidad de los otros posibles involucrados se irá develando en los próximos días, además de otros detalles del deleznable hecho que involucró a varios miembros del mismo clan familiar.