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Este grupo de combatientes lo integran bomberos amarillos y azules, militares de la Fuerza Armada, personales de la Secretaría de Emergencia Nacional, y peones de las estancias, según refirió Eduardo Gómez, coordinador de la SEN, quien valoró el trabajo que cada una de estas personas está desarrollando en la zona desde hace varios días.
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“Ayer fue un día bastante tranquilo gracias a que el viento norte comenzó a perder fuerza, bien diferente del panorama que se registró el día viernes, cuando la tremenda intensidad del viento hizo que el fuego se expandiera con mucha rapidez, al punto de que casi acorraló a los combatientes”, dijo el funcionario.
“Por suerte en la mañana de este domingo el viento continúa relativamente calmo, y esperemos que esto se dé durante todo el día, ya que de esta forma nos ayudará a poder sofocar los pequeños focos de fuego que restan, antes de que puedan de nuevo crecer y apeligrar otras áreas verdes”, sostuvo.
Estamos esperando además la llegada de más vehículos que cuentan con equipamientos, para atacar de forma frontal las bocas de fuego, la idea es tratar de apagar por completo las bocas de calor y realizar el enfriamiento necesario a fin de evitar un posible rebrote de fuego, como sucediera recientemente.
Estos incendios se localizan en la zona de línea 28 en el distrito de Bahía Negra en el Alto Paraguay, a unos 30 kilómetros de la reserva natural del parque Chovoreca, sitio donde también se detectaron bocas pequeñas de calor, pero que fueron controladas por los combatientes militares, que estaban trabajando en dicho lugar.
Es la misma zona donde el pasado 2 de setiembre se había detectado el inicio de los incendios, y que en un lapso de casi dos semanas destruyó más de 180.000 hectáreas de bosques y campos, según informe del Instituto Forestal Nacional (Infona). Lastimosamente, la lluvia que benefició a gran parte del departamento el pasado 14 de setiembre, en esta zona solo alcanzó 12 mm, cantidad insuficiente y que solo ayudó para realizar el enfriamiento, no así para apagar los focos de calor.
El fuego se reinició el lunes 16 y en una semana de propagación del incendio ya arrasó con más de 30.000 hectáreas, por lo que sumados a los daños ocasionados en la primera embestida de las llamaradas, estamos hablando ya de más de 210.000 hectáreas destruidas por la voracidad del fuego.
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Antecedente
Apenas transcurrieron 5 años para que de nuevo la región chaqueña, y sobre todo la zona de Chovoreca, sufra una nueva catástrofe natural con estos incendios de grandes proporciones, esto atendiendo que en el 2019 el fuego se encargó de destruir más de 500.000 hectáreas en todo el Chaco, de los cuales 350.000 hectáreas correspondían a la zona de Chovoreca y del Pantanal Paraguayo.
Se desconoce el tiempo que deberá transcurrir para pensar en una eventual recuperación de estas reservas naturales, las últimas existentes en nuestro país, atendiendo el tremendo daño ecológico que el fuego ocasiona al ecosistema, compuesta por una gran variedad de plantas y animales silvestres.
