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En imágenes proveídas por el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Filadelfia se puede apreciar el sobrevuelo de zonas aledañas al Monumento Nacional Cerro Chovoreca, donde sigue la preparación del terreno para continuar con las quemazones. Hay largas filas de restos de árboles y maleza están cuidadosamente apilados el hileras (colleras) listos para ser quemados, siendo que apenas se controló un siniestro que duró 11 días.
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Las imágenes revelan lo arraigada de la mala práctica de la “quema controlada” realizada para la limpieza de malezas y posterior formación de pasturas o uso agrícola de la tierra, casi sin consecuencias para los perpetradores por más que estas quemazones se desbordan y afectan a un punto irreparable la fauna y flora chaqueña.
Las quemas planificadas también conocidas como fuegos controlados, se refieren al uso planificado y controlado del fuego bajo condiciones específicas de temperatura, viento y humedad. Dicho método elimina maleza retirada previamente con topadoras y es utilizado hace décadas en el Chaco. Con el crecimiento agropecuario se sale frecuentemente de control y son generalmente hechos sin autorización de las instancias correspondientes.
Hasta el momento no se sabe la magnitud que podrían tomar los nuevos focos de incendio pero se teme que pueda poner el riesgo las 8.000 hectáreas de bosque que se logró salvar en los últimos días con un arduo trabajo de varios cuerpos de bomberos, militares y la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).
Mientras se completan casi dos semanas de incendios continuados con apenas un día de descanso. Más de 180.000 hectáreas fueron consumidas por el fuego luego de este voraz siniestro, que pudo ser controlado recién hace unos días sumado al apoyo del avión hidrante “Hércules” enviado por Uruguay el cual regresó a su base ayer lunes.