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Las últimas lluvias de mayor volumen, que promediaron los 100 mm, se produjeron en marzo de este año en el departamento de Alto Paraguay. Desde entonces apenas hubo aguaceros que ayudaron a disminuir el polvo que se multiplicaba en los secos caminos de la zona, pero no para acumular agua o para el repunte del caudal del río Paraguay.
Algunos riachos que desembocan en el río Paraguay están prácticamente secos en la cuenca norte del Pantanal paraguayo. Las que anteriormente eran enormes corrientes de agua en los canales, actualmente parecen desagües en canaletas.
El riacho Clavel, situado en la zona de ex Puerto Sastre (actual Puerto Esperanza) en el distrito de Carmelo Peralta se caracterizó siempre por su portentoso caudal. En varias ocasiones se desbordó, como en 2023, y significó el aislamiento de la población de los alrededores. Sin embargo, asombrosamente está totalmente seco.
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El riacho Yacaré, en la zona de Fuerte Olimpo, se encuentra en similar situación. Este recurso hídrico también en varias ocasiones dejó aislados a pobladores de la comunidad de Puerto Guaraní, razón por la cual autoridades departamentales se vieron forzados a construir un puente de hormigón armado, atendiendo la fuerza con la que se desplazaba el agua hacia el río Paraguay
El riacho Barrero, ubicado en la misma entrada a la población de Fuerte Olimpo, está en igual situación. Este afluente era utilizado para la navegación de embarcaciones pequeñas de cargas y pasajeros para acortar viaje hacia la localidad de Bahía Negra.
La escasa cantidad de agua se vuelve peligrosa para las embarcaciones de pesca o canoas. Ahora solo se puede navegar hasta cierta distancia, ya que más al norte el lecho o canal está seco.
Altura del río
La altura del río Paraguay en el puerto de Fuerte Olimpo ayer era de 1,64 cm; está a solo 6 cm de superar la marca de descenso histórico de 1,58 cm, ocurrido el 26 de octubre de 1971. Es más, este nivel podría ser superado la próxima semana, ya que no se anuncian lluvias grandes en la región.
Actualmente, la navegación de las barcazas se encuentra disminuida, aunque todavía se observan algunas surcando el río en la zona, pero con escasa carga.
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Pesca
La bajante del río también impacta negativamente en la economía de numerosas familias ribereñas que se dedican a la actividad pesquera, en especial de comunidades indígenas, atendiendo la escasez de ejemplares ictícolas. Los trabajadores del sector manifestaron que esta situación se originó porque varios riachos se están secando. Precisamente en estos cauces afluentes antes abundaban peces, explicaron.
Atendiendo la delicada situación económica de estas familias, la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) distribuye kits de víveres para paliar la problemática.
