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Los videos compartidos en redes sociales en los últimos días muestran un triste panorama, surrealista y desolador, del Chaco paraguayo. En las imágenes de diversas zonas del departamento Boquerón se ven bovinos debilitados, que comen tierra y que mueren poco después.
El doctor veterinario Ariel Acosta, de la filial del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), con oficina en Pozo Hondo, del distrito de Mariscal Estigarribia, mencionó que aunque no puede especificar de cuáles establecimientos son los videos, ya atendieron casos muy similares en las últimas semanas.
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“La sequía desencadena cualquier tipo de enfermedades, hay deficiencia de minerales porque no hay pasto”, explicó Acosta.
Agregó que a causa de la extrema sequía que azota la Región Occidental, prácticamente no hay oferta forrajera. Y, sin suplementos, los microorganismos son oportunistas y proliferan en cualquier enfermedad infectocontagiosa en los animales vacunos, indicó.
Entre estas enfermedades y microorganismos el más común en estos casos es la bacteria anaplasma, que genera lo que se conoce como “tristeza bovina”. Eso a su vez desencadena brotes de la bacteria de la clostridiosis y también eventuales casos de rabia.
El representante del Senacsa en Pozo Hondo aseguró que ante el brote y la detección de cualquier enfermedad infectocontagiosa se aplican vacunas preventivas al 100% de los animales afectados o que estén bajo sospecha de estar con alguna afección.
Esperan lluvia
La última lluvia de consideración en el departamento de Boquerón se produjo en febrero, luego solo hubo esporádicas lloviznas. El promedio de precipitaciones por año en la zona es 800 milímetros, pero los volúmenes ni se acercaron a esa cifra.
Pese a que en los establecimientos ganaderos tienen fuentes de agua, como pozos, y algunos, el río Pilcomayo, la falta de lluvias evita el desarrollo de pasturas y no hay comida para los animales.
Esto genera que los productores deban comprar forraje y suplementos, lo cual eleva enormemente el costo de producción. “La gente se está ingeniando para paliar la situación, pero igualmente varios establecimientos están vaciando su campo”, dijo.
En Pozo Hondo hay 74.000 cabezas de ganado, pero la cifra disminuirá si no se registran lluvias grandes en octubre y noviembre.