Cargando...
Esta situación social de falta de trabajo no es algo nuevo, solo que ahora se siente con mayor fuerza en el departamento y sobre todo en las comunidades indígenas, debido a que no existen obras públicas encaradas por los municipios, la propia gobernación, o algún ente privado o estatal, atendiendo que este tipo de actividades suelen emplear a varias personas.
Lea más: Puerto Guaraní cumplió 117 años de creación en medio del drama de la migración por falta de trabajo
A esto se le agrega la bajante del río que ocasiona la escasez de peces, afectando a varias familias que se dedican a este rubro, y como si no fuera poco, la temporada de sequía acompañado de los incendios forestales, hace que disminuyan las changas o labores en las estancias de la zona.
Mecanización
Estanislao Báez, de la comunidad indígena de los Ishir, dijo que se torna difícil conseguir trabajo en las estancias, esto en atención a que los ganaderos, en su mayoría, cuentan con maquinarias para realizar las labores de limpieza de sus campos, actividad que anteriormente empleaba a varias personas.
Solo algunos pobladores logran ser contratados como peones en los establecimientos ganaderos, pero las vacancias son escasas, además de ser empleos temporales, por lo que al mermar este tipo de actividades, se resiente en demasía la economía de las familias.
Migración
La falta de trabajos no solo golpea la economía familiar, sino hace que numerosas personas emigren hacia otras regiones en busca de mayores oportunidades laborales, es el caso que está sucediendo en la comunidad de Puerto Guaraní del distrito de Fuerte Olimpo.
Familias enteras de esta localidad migraron hacia la zona de Carmelo Peralta, donde se está construyendo el puente internacional y ya se cuenta con camino de todo tiempo a través de la ruta bioceánica. Otro grupo migró hacia poblaciones del primer departamento.
La comunidad de Guaraní se ubica a orillas del río Paraguay a 30 kilómetros del casco urbano de Fuerte Olimpo. De haber tenido casi 200 familias, actualmente, solo quedan en el lugar unas 110 familias, según refirió Carlos Garcete, docente de dicha población. El resto migró en busca de mayor oportunidad.
Los pobladores se dedican en su gran mayoría a la pesca, cacería de animales silvestres, ganadería en pequeña escala y un pequeño grupo a la agricultura, mencionó el educador, por lo que las autoridades podrían ayudar a fortalecer la actividad laboral, potenciando el rubro agrícola por sobre todo.
“Necesitamos asistencia técnica de manera constante en ganadería y agricultura, esto podría ayudar a evitar que más familias salgan de la comunidad”, dijo finalmente el docente.
Lea también: Alto Paraguay: reclaman fuente de trabajo en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas
Marcia Vázquez, presidenta de la comisión vecinal, dijo que es bastante triste la situación social por la que están atravesando los pobladores de esta localidad. Pidió una especial atención de parte de las autoridades, para buscar paliar la carencia de fuente de trabajo.
Realidad
Actualmente, la actividad monetaria segura en el departamento, gira en relación a los funcionarios públicos (maestros, policías, Poder Judicial, personal sanitario, Gobernación, municipalidades entre otros), a lo que se le suma la ayuda que perciben las personas beneficiarias de la tercera edad y del programa tekopora.
Se resiente la escasez de changas ocasionales en las estancias o en las obras públicas, encaradas por los municipios, gobernación o algún ente del Estado, atendiendo que este tipo de actividades, suele emplear por varios meses a numerosas personas, como ayudantes o maestros de albañilería. En este momento, no hay algún tipo de estas construcciones.