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El religioso sostuvo que la falta de trabajo en la zona del Alto Paraguay es una de las principales causas o razones de emigración de las personas, sobre todo de jóvenes, quienes culminan sus estudios secundarios, y dejan sus comunidades hacia otras regiones fuera del departamento, para proseguir sus carreras universitarias; estos, en su gran mayoría, ya no regresan a la zona, precisamente por la carencia de oportunidades laborales.
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“Hoy en día se habla mucho del desarrollo en el Chaco, sin embargo la realidad social de las comunidades de la zona, demuestra que el chaqueño continua viviendo en la pobreza. Esto se da desde hace décadas, debido a que el progreso solo alcanza a unos pocos privilegiados, dejando de lado a la gran mayoría de la familias del departamento abandonados a su suerte”, relató el pai Martín.
Pidió a las autoridades crear esas oportunidades de trabajo en las localidades, la industrialización de la agricultura o mismo de la ganadería, a través de la instalación de frigoríficos, podrían ser una interesante fuente que logre generar trabajo para varias familias del departamento.
El pai Martín es de nacionalidad española, pero hace más de 40 años que trabaja en las comunidades del Alto Paraguay. De allí que es una persona más que autorizada en poder describir la penosa situación social de los pobladores. “Deseamos que las autoridades trabajen por el bienestar de las personas, situación que lamentablemente no la podemos ver”, dijo finalmente el sacerdote.
Las declaraciones del religioso fueron hechas en la localidad de Puerto Sastre, hasta donde llegó para participar de la fiesta patronal en honor de los santos Pedro y Pablo, el pasado 29 de junio, un día después de que esta población haya cumplido 119 años de existencia.
Caminos de todo tiempo
La localidad de Puerto Sastre se ubica a unos 620 kilómetros de la capital del país, sobre la ribera del río Paraguay en la parte sur del Alto Paraguay. Pertenece al distrito de Carmelo Peralta, actualmente en el lugar viven unas 320 familias en medio de numerosas carencias sociales.
La falta de camino de todo tiempo es una de las principales preocupaciones de los pobladores, según nos comentó Jorge Chaparro, morador del lugar, quién sostuvo que se encuentran a unos 75 kilómetros de la nueva ruta bioceánica, y que casi de forma permanente el camino de tierra suele estar en precarias condiciones.
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“En la comunidad, la mayoría de las familias, nos dedicamos a la ganadería y agricultura en pequeña escala. En un sistema de colonización, el Estado paraguayo, había expropiado unas 18.000 hectáreas de tierra, que se procedió a distribuir a las familias en pequeñas fincas de hasta 100 hectáreas. Es allí donde tenemos nuestros animales y también labramos la tierra”, sostuvo el productor.
Agregó que ante esta realidad necesitan un camino de todo tiempo, que permita sacar los productos, para ofertar hacia los mercados de la región. Finalmente, el poblador dijo que la sequía también le está afectando nuevamente, y necesitan asistencia de las autoridades, para el acarreo de agua hacia la nueva colonia donde están asentados estos pequeños productores.
