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La misa Crismal es la celebración en que los sacerdotes que trabajan en el vicariato renuevan los compromisos que hicieron en su ordenación sacerdotal, acompañados de su obispo, aunque en esta ocasión muchos párrocos no pudieron estar presentes por cuestiones de distancia y medios de movilidad.
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En la oportunidad, el obispo pidió a los sacerdotes de la zona y a las propias autoridades civiles que ocupan puestos de servicios, que el mismo pueblo les otorgó, que trabajen de manera más cercana con las personas, que escuchen y encuentren soluciones a los problemas de las familias.
“Nos duele mucho cuando las autoridades están alejadas de las necesidades de la gente, razón por la cual nos sentimos huérfanos. Es incomprensible ver que los gobernantes se alejan de la gente sencilla, se esconden para no ser encontrados y tener que escuchar las quejas del pueblo”, lamentó.
Agregó que las autoridades son quienes tienen los recursos del Estado, por lo que deberían ser las primeras en acompañar los sufrimientos y las necesidades del pueblo, ya que para eso fueron elegidas. “Quisiéramos también creer que para eso se candidataron, para servir y no para servirse de los distintos puestos”, enfatizó.
El religioso se refirió de manera puntual al propio presidente de la República, a los diputados y senadores, intendentes, gobernadores y concejales, como asimismo a los responsables de las instituciones públicas, a quienes pidió trabajar junto con el pueblo.
Finalmente, el obispo resaltó la importancia de la cercanía, “el poder caminar con el pueblo, tener siempre oídos para escuchar los problemas de los ciudadanos y buscar soluciones en el ámbito de la pobreza, salud, educación, caminos de todo tiempo, trabajo, seguridad y tema energético”.
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La programación de la Semana Santa prosigue este jueves con la misa central de la Última Cena del Señor, que será presidida por el obispo siempre en la Catedral, donde se espera la presencia de numerosos fieles, tal como se acostumbra cada año.