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Desarrollar el visionario rubro de la horticultura hidropónica en el Chaco Central es un gran logro para el productor Jerry Reimer y su familia, quienes hace diez años daban el primer paso en la búsqueda de una producción diferente y sustentable que se adapte al terreno que poseen y fue así que con un capital inicial de G. 30 millones en la aldea Schoenbrunn, cercana a la ciudad de Loma Plata, iniciaron Chaco Fresh, un gran huerto hidropónico donde las plantas crecen sin necesidad de tierra.
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Los cultivos hidropónicos se basan en una práctica que prescinde de la tierra para sustituirla por una solución de agua enriquecida con nutrientes, entre otras alternativas y se revela como una opción más sostenible frente a la agricultura tradicional. Gracias a que las plantas están bajo invernadero y bajo techo la implacable sequía no causa los estragos que haría en un cultivo convencional.
Ciclo de vida de la lechuga
En el invernadero se puede apreciar como principal hortaliza la lechuga, distinguiéndose en las variedades crespa, verde y morada. El “capital semilla” de G. 30 millones invertido en los primeros años los cuales Reimer califica de mucho aprendizaje y resaltó que actualmente cuentan con una infraestructura que demandó unos G. 1.500 millones de la familia de emprendedores que emplea a 10 personas entre temporales y permanentes.
“Con este sistema podemos ahorrar casi el 90% del agua y estando las lechugas en un ambiente protegido la producción se puede realizar todo el año”, mencionó Reimer.
Añadió que el ciclo de producción de la lechuga es de 6 a 7 semanas y que en el lugar cuidan las plantas desde la semilla hasta el empaquetado y puesta en góndola. Llega al consumidor final a precios que varían entre 5.000 y 6.000 guaraníes por mazo.
Los productos no contienen agroquímicos y los dueños del emprendimiento utilizan un reservorio propio de agua donde por lo general utilizan agua de lluvia, aunque cuando la sequía apremia se debe comprar y es totalmente reutilizada.
En cuanto a la aceptación del consumidor chaqueño, el productor mencionó que ese fue el factor motivante para continuar las veces que enfrentaron momentos decisivos y que los productos fueron muy bien recibidos en el mercado local, ya que producen 20.000 mazos de lechuga por mes y 5.000 mazos de verdeos varios como rúcula y perejil.
Sobre las metas a futuro o la eventual incursión a otros rubros, refirió que están centrados en mejorar la calidad de la lechuga que es su producto estrella y que los estándares sean altos durante todo el año, además de inspirar a que otras personas emprendan la horticultura en el Chaco, finalizó.