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El presunto feminicidio se produjo en la mañana de ayer cuando encontraron el cuerpo sin vida de Zunilda Benítez Cáceres (43) en un charco de sangre, con la garganta cortada y a tan solo 500 metros de su vivienda. La violencia del hecho no es común en la zona, una localidad cercana al Río Pilcomayo y con habitantes que se conocen entre sí.
La brutalidad del hecho hizo sospechar inmediatamente de la pareja de la víctima, Florentín Orellana, de nacionalidad argentina, el cual hasta el momento está prófugo y siendo buscado por la Policía Nacional.
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La presunta arma homicida sería un machete y tras las primeras investigaciones se determinó que el cuerpo ya llevaba varias horas en el lugar. Se levantó como evidencia además un celular y otros objetos.
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Los pobladores de la zona se mostraron consternados y esperan una pronta resolución del feminicidio.